El Papa y la religiosidad alternativa en México: entre la Santa Muerte y el neochamanismo

¿Una alusión implícita del Papa a la Santa Muerte?

Sin mencionarla por su nombre, el Papa Francisco hizo lo que ha comenzado a ser interpretado como una condena a la Santa Muerte, un ídolo representado por un esqueleto con hábito que no reconoce la Iglesia católica y que tiene entre sus fieles a criminales y narcotraficantes. En su encuentro con los obispos de México, Francisco se dijo preocupado por "tantos que seducidos por la potencia vacía del mundo, exaltan las quimeras y se revisten de sus macabros símbolos para comercializar la muerte", tal como recogía el pasado 13 de febrero la agencia Associated Press.

En México, el mayor país de habla hispana con más católicos del mundo, el culto a la Santa Muerte está presente en varios lugares. También en Estados Unidos se ha detectado un incremento en su veneración, sobre todo entre los mexicano estadounidenses. Andrew Chesnut, director de estudios católicos de la Universidad Virginia Commonwealth, dijo que la referencia del papa era "una clara alusión" a ella, "que es vista por la iglesia como la santa patrona de los narcos y los líderes de la Santa Muerte son percibidos como charlatanes que comercializan la imagen de la muerte para sacar provecho". Francisco visitó el 14 de febrero Ecatepec, una municipalidad cercana a Tutltilán, donde se localiza el mayor templo de la también llamada "Niña Blanca".

El “esoterismo popular” de una población católica

Bien lo explicaron Samuel Ramos, en el Perfil del Hombre y la cultura en México (2001), y Octavio Paz en El Laberinto de la soledad (1992): el mexicano es un ser complejo (término eufemístico para evitar decir acomplejado), su lealtad religiosa le alcanza para realizar grandes peregrinaciones a los centros marianos de la República, pero en su día a día prefiere seguir los derroteros de una religiosidad popular no excepta de coqueteos con desvíos idolátricos, paganos, fetichistas y supersticiosos que entraran en los derroteros de lo que denomino el esoterismo popular de élite o de masas.

Esto lo afirma Fabián Acosta Rico en Crónica Jalisco. Continúa diciendo que dichos esoterismos se gestan y reinventan en el imaginario social mexicano a través de distintas directrices culturales y tradiciones que van desde las prehispánicas hasta las de cuño afro-caribeño; sin faltar las de matriz criollo-urbano como los ritos y cultos masónicos, espíritas, teosófico, rosacruz, gnóstico…

Las disidencias religiosas contrarias o expoliadoras del capital religioso de las iglesias y religiones hegemónicas no son nuevas o de recién arribo, siempre han estado presente retando a una ortodoxia necesitada de  una praxis religiosa testimonial cuya observación ha ido en declive como lo señalan distintos índices o mediciones de la praxis religiosas entre los católicos. Por ejemplo, el de la cantidad de fieles que asisten a misa los domingos, los que procuran los sacramentos, el número de bodas religiosas, de niños bautizados, confirmados, todos ellos muestran un creciente desinterés por los símbolos y rituales católicos entre los creyentes.

En obras como la del doctor Elio Masferrer Kan, Pluralidad religiosa en México (2011), y en la Encuesta de valores y actitudes de los católicos en México, mayo de 2006, encargada por Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana a la agencia Bimsa, reportan cifras que muestran una baja o descenso en el fervor y participación de los católicos mexicanos en actividades eclesiásticas. Como lo reportan las estadísticas, la mitad de los mexicanos que se reconocen católicos están inscritos en un tipo de praxis religiosa que puede variar de lo laxo a lo lúdico, es decir, que recorren un espectro que va del cumplimiento ocasional de las obligaciones rituales y morales de la fe profesada hasta el seguimiento, simplemente recreativo, de alguna fórmula o moda seudo-religiosa (tan propias de postmodernidad).

En la “Encuesta de valores” se precisa que sólo 76 de cada 100 entrevistados se reconoce católico (este porcentaje es menor al dado por el INEGI de 83%). Del total de católicos, el 38% son catalogados como de alta religiosidad, el 42% en la media, y el 20% en la de baja. En cuanto a la asistencia a los servicios religiosos en el último mes, 39 de cada 100 católicos entrevistados afirmó haber asistido al menos a misa una vez a la semana; 25% declaró haberlo hecho únicamente en situaciones especiales; 14% una vez al mes, y 19% en muy raras ocasiones (Ipsos Bimsa, 2006).

Otro actor no tenido en cuenta: el neochamanismo

La desinstitucionalización de la religión, fenómeno que se observa en todo el mundo, es uno de los fenómenos que provocan la disminución del catolicismo en México, el cual se coloca en un 82,7 % de la población, cuando en el año 2000 era del 88 %, según cifras del INEGI. Lo cuenta el medio La Carpa, resumiendo lo que dice la doctora Alejandra Aguilar Ros, del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social en su proyecto “Espacio, ritual e identidad entre los wixaritari: Translocalizcación y relocalización de lo religioso”, donde apunta que la tendencia del alejamiento a las instituciones religiosas, puede ir aparejada a mirar hacia las herencias y tradiciones indígenas por considerarlas como “auténticas”, como es el caso del “neochamanismo”.

Su estudio subraya que desde la década de los 80 del siglo pasado, “se empieza a apreciar una fascinación por la búsqueda espiritual ligada a los valores de lo ancestral, lo puro, la magia, el esoterismo y la sanación alternativa”, sobre todo en las zonas urbanas, y en las clases media y media altas. Aguilar Ros apunta que, aunque dicha caída de la pertenencia religiosa católica es muy preocupante para la jerarquía eclesiástica, sigue siendo la cultura católica la que impera ideológicamente en muchas de las relaciones sociales existentes.

La antropóloga explica que “lo que disminuye es el apego a los rituales de vida católicos, que es donde se mide la pertenencia a una religión”, y enumera las fases por las que tiene que pasar este tipo de alternativas espirituales. En una primera fase, el chamanismo se vuelve más global debido al turismo místico espiritual que realizan sus impulsores a países de Europa, la literatura etnológica y sus derivados sensacionalistas, y la circulación de objetos e ideas chamánicas a través de las industrias culturales mercantiles.

En una segunda etapa, estas prácticas de creencias se convierten en neochamanismo, el cual adopta una una localización cósmica y universal. Y como tercera fase, se detecta una variedad de cruzamientos religiosos y su difusión por el mundo producto de la interacción entras las culturas populares (chamanismo-paganismo) y las culturas híbridas (neo chamanismo-neo paganismo). Para Alejandra Aguilar Ros la visita del Papa significa por el lado pastoral, “una evidente exaltación de la fe, que dada la desbandada del catolicismo ahora es muy necesaria al perder cada vez más adeptos”.

Los mormones, contentos por su visita

Unos días de la visita del papa Francisco, representantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes son conocidos como mormones, mostraron su gusto por la visita del Pontífice. Lo contaba El Gráfico. Luis Gallego, director de Asuntos Públicos, señaló que celebran con júbilo los días que estará en México. “Queremos que el país pueda sentir el amor de Dios con el mensaje que él trae”. Mencionó que esta visita servirá para transmitir nuevos bríos por la renovación del país, además de la fe en Cristo. La mayoría del pueblo mexicano, al profesar la fe católica, puede renovar sus votos al escuchar a su líder.

Dijo que el Papa, al ser un hombre latinoamericano, entiende más el contexto en el que vivimos. De forma institucional, dijo, la IJSUD siempre ha estado muy cerca de la católica, por el fin común de compartir la palabra de Dios. “Festejamos que dé un mensaje de paz y misericordia; pues somos una iglesia que da el mismo mensaje a nuestro feligreses”. Actualmente, en México existen tres mil congregaciones de la Iglesia de Jesucristo dirigidas, así como 80.000 misioneros en todo el mundo de entre 18 y 20 años.

Y aunque la gente los conoce como mormones, es un mote que no les molesta. “La gente ha decidido llamarnos mormones porque tenemos un libro, además de la Biblia, es el Libro de los Mormones. Pero para nosotros Mormón fue un profeta que vivió en América y compendio una historia religiosa de los pueblos americanos”.

Seguidores de la Santa Muerte: críticos

Sin embargo, informaba el mismo medio, la ‘Niña Blanca’ no esperaban al papa Francisco. Los seguidores de la Santa Muerte se mostraron indiferentes ante la visita del Sumo Pontífice. Las actividades en el templo de la Santa Muerte, ubicado en Tultitlán, estado de México, continuaron de manera normal, sin que se vieran reducidas o aumentadas debido a la visita del jerarca de la Iglesia católica. “Nosotros respetamos los demás cultos y religiones, no tenemos diferencias con nadie, pero el Papa no es una figura representativa para nuestro culto, de hecho no hay ninguna persona que sea el equivalente al Papa para nosotros”, dice Enriqueta Vargas, ‘La Madrina’.

‘La Madrina’ se muestra completamente neutral con la noticia de esta visita, no le molesta, no se queja, no se alegra. “No discriminamos, todos los creyentes que vienen a este templo lo saben. No podemos juzgar a los demás, aunque crean en algo diferente. Incluso, aquí viene gente que cree en San Judas, en otros santos y en la Virgen de Guadalupe, es posible que haya hermanos que sí se alegren con el Papa, pero nosotros ni nos enteramos”.

Hincado ante una figura vestida de negro, rodeada por decenas de botellas de tequila, ron y whisky, Dante platica en sus adentros con ‘La Santa’. Los minutos transcurren mientras él, con la cabeza agachada, suplica protección, pues su trabajo —el cual no quiere especificar— es de alto riesgo. “¿La visita del Papa? Pues no me afecta ni me beneficia. Lo que sí está mal es todo el tiradero de dinero por parte del gobierno. La gente tiene la esperanza de que con su visita se disminuya la violencia, la delincuencia y la miseria en México, pero es mentira”, comenta Dante con molestia.

La Luz del Mundo: se acabó el “monopolio católico”

Bajo el precepto de respetar las creencias del otro y ejercer la fe a través de responsabilidad social, la Iglesia de la Luz del Mundo preparó un evento de bautizos a celebrarse el domingo 14 de febrero en el Monumento a la Revolución, al que estaba previsto que asistieran 10.000 personas. Eliezer Gutiérrez Avelar, ministro de Comunicación Social y Relaciones Públicas, considera que las bases de la Iglesia La Luz del Mundo se sustentan en el principio del respeto por convicción hacia la libertad de religión tanto para aquellos de opinión agnóstica o no creyentes.

“Creo que esta visita (del Papa) es una oportunidad no sólo para el Estado, también para la sociedad para que mostremos que hemos avanzado sobre esa sociedad donde sólo existía un monopolio de religión, donde solamente existía una forma válida de creencia”.

Desde el 6 de abril de 1926, Aarón Joaquín González, en compañía de su esposa, comenzó a predicar en los estados del norte de México. Para 1964, la secta había congregado fieles en Estados Unidos y Centroamérica. A la fecha, La Luz del Mundo cuenta con 1.5 millones de creyentes en México y 5 millones a nivel mundial. “El llamado del Evangelio es universal para todas las personas, por ello en la iglesia el trabajo ministerial no se reduce a la parte varonil: trabajan de manera indistinta hombres y mujeres”.

Testigos de Jehová: el Papa, un señor como todos

“Ni amigo ni enemigo”, es la postura de Victórico Hernández, anciano de los testigos de Jehová desde hace 25 años y hoy líder de la congregación Filadelfia, una de las más robustas en la ciudad. Según informa Crónica, el anciano Victórico ha dado por terminada ya la reunión con sus hermanos, en el Salón del Reino. Se sienta en una pequeña escalinata para escarbar en la Biblia cuando se le pregunta por el Papa. Cita el versículo 9 del Capítulo 23 de Mateo, en el Nuevo Testamento: “No llamen padre de ustedes a nadie sobre la Tierra porque uno solo es su padre: el celestial. Tampoco sean llamados caudillos porque su caudillo es uno: el Cristo”.

Además, explica, “para los Testigos de Jehová es como cualquier persona que llega a México. Si estará un año o tres días, no importa. Tampoco nos metemos en polémicas de religión, ¿Qué testimonio daríamos a las personas si andamos hablando de Dios y odiando a las personas?”. Y añade que “cuando Jesucristo vino a la Tierra no usó papamóviles de último modelo ni aviones de lujo, caminó con huarachitos de ciudad en ciudad, predicando el evangelio con humildad y sin opulencia. En apariencia este señor se ve más sencillito…”. Y explica que Francisco es “un señor terrenal, como todos. Algunos hasta lo llaman santo, que quiere decir limpio, puro, incontaminado, pero santo sólo fue Jesús”