El Arzobispado de México denunció que un grupo de "provocadores profesionales" ligados al Partido de la Revolución Democrática (PRD) profanaron la procesión del Corpus Christi realizada ayer en las inmediaciones del Zócalo en el centro del Distrito Federal.
En un comunicado difundido a través del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), se señala que, al atentar contra la procesión, los provocadores "profanaron un acto de culto gritando insultos al paso del Santísimo Sacramento".
Fuentes del Arzobispado de México señalaron hoy a ACI Prensa que el grupo vinculado al PRD estaba compuesto por unas 25 personas que en el año 2007 también participaron en la violenta profanación de la Catedral que llevó al cierre del templo hasta que se garantizara la seguridad del mismo por parte de las autoridades.
Asimismo explicaron que cuando la procesión pasaba por la esquina de Francisco y Madero con la Plaza de la Constitución, donde suelen permanecer, empezaron a gritar insultos contra la Iglesia y el Cardenal Norberto Rivera y la Iglesia.
En su comunicado, el Arzobispado lamentó que con este tipo de actos "la libertad de expresión de los católicos no está garantizada en la así autodenominada ‘Ciudad de las Libertades’".
Señaló además que cuando hay manifestaciones de otros grupos en el Distrito Federal, el gobierno de la ciudad ha enviado hasta 500 policías para la protección de estas personas a fin de garantizar su libertad de expresión.
El día de ayer "la Policía del Distrito Federal fue incapaz de actuar de manera preventiva para evitar la provocación de las mismas personas que cada domingo, auspiciadas por el PRD se instalan en la calle de Madero para gritar ofensas contra el Papa, la Iglesia y los católicos, a pocos pasos de la Catedral".
El grupo, denuncia el Arzobispado, ha participado "en las continuas agresiones y ofensas a la fe que han tenido que sufrir los católicos en las misas que se celebran en la Catedral de México, como el Semanario desde la Fe lo ha evidenciado con fotografías en repetidas ocasiones".
Al concluir el comunicado lamentan "esta agresión a la fe del pueblo católico y pedimos a Dios el perdón para quienes sin un mínimo de tolerancia ofenden a su Persona Divina y a la fe de los católicos cuya libertad de culto y expresión no está garantizada en la ciudad de México, única ciudad del país donde suceden estos hechos tan deplorables".