Con este lema la Iglesia celebra el próximo
26 de diciembre la .
La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida es la encargada de editar los materiales para este día, que este año añaden, como novedad, un
folleto para orar esta Navidad en Familia.
También este año tiene de especial que se celebra en el Año “Familia Amoris Laetitia”, que se abrió el pasado 19 de marzo, coincidiendo con el 5º aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, un texto que el papa Francisco dedica a la belleza y la alegría del amor familiar. Este Año dedicado especialmente a la familia concluirá el 26 de junio de 2022, en el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma con el Santo Padre.
¿Qué dicen los obispos?
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, dentro de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, firman el mensaje para esta Jornada, que dedica su primera reflexión a la situación de la familia en la actualidad.
Lamentan los obispos que el valor social e institucional del matrimonio
entre hombre y mujer abierto a la vida «ha ido recibiendo golpe tras
golpe hasta convertirlo en algo que apenas tiene relieve decisivo en la
vida de las personas» y advierten que «una sociedad en la que la familia
pierde su significado y deja de ser de facto un pilar fundamental se
debilita grandemente».
La cultura relativista que se ha ido
gestando a lo largo de décadas hace difícil los compromisos estables y
la vivencia de la fe, puntualizan, «lo que determina otra actitud frente
a la vivencia del matrimonio». También llaman la atención sobre las
«familias-islas» consecuencia de distintos factores como el
individualismo, el emotivismo, la cultura de lo provisorio y del
descarte que provocan, como señala el papa Francisco, «analfabetos en
acompañar, cuidar y sostener a los más frágiles y débiles».
Como respuesta proponen el maravilloso plan de Dios sobre la familia.
«La profunda vivencia del misterio de la Navidad, que celebramos cada
año, reanima nuestra esperanza», afirman los prelados. Y añaden, «solo
cuando las familias construyan sobre la roca del amor podrán hacer
frente a las adversidades. No vale cualquier material de construcción ni
cualquier cimiento. La roca sobre la que se debe cimentar la familia es
Jesucristo».
Por eso, y en sintonía con el lema de la jornada, invitan a hacer resonar el anuncio del Evangelio de la familia. «Las
familias, como iglesias domésticas, también deben convertirse en
discípulas misioneras de ese amor. Frecuentemente son quienes están
mejor situadas para ofrecer este primer anuncio, apoyar, fortalecer y
animar a otras familias» que luego dará lugar a la acogida y al
acompañamiento «a cada una y a todas las familias para que puedan
descubrir la mejor manera de superar las dificultades que se encuentran
en su camino».