CAMINEO.INFO.- El miércoles 20 de enero finalizaba la 21ª reunión anual de la Coordinadora de los obispos para Tierra Santa (Holy Land Coordination), que en este año 2021 a causa de la pandemia por la Covid-19 ha tenido lugar de manera virtual. Por parte de la Conferencia Episcopal Española, en este encuentro ha participado telemáticamente desde la diócesis de Urgell el arzobispo Mons. Joan-Enric Vives Sicilia.
Durante la reunión, los obispos han podido escuchar los testimonios de cristianos de Cisjordania, Gaza e Israel
detallando su misión, resiliencia y testimonio en unas circunstancias
actuales sin precedentes, a la vez que han descrito a una comunidad
cristiana, pequeña en número de fieles, pero garante de la cohesión social y portadora de esperanza para un futuro mejor.
«La ausencia de peregrinos ha agravado las dificultades económicas
generalizadas, ha incrementado el desempleo y ha empujado a muchas más
familias a la pobreza», advierten los obispos en su Mensaje final del
encuentro. También apelan a las autoridades de sus respectivos países
para que «renueven su participación activa en la búsqueda de una paz justa» en Tierra Santa.
Este
encuentro de la Coordinadora de los obispos de Tierra Santa persigue
apoyar a la Iglesia en los Santos Lugares a través de la “oración y la
peregrinación”. Se realiza también una labor de sensibilización sobre los cristianos de Tierra Santa,
que los obispos llevan a cabo, una vez que regresan a sus respectivos
países, con sus gobiernos, embajadores, medios de comunicación y la
opinión pública.
Por primera vez no hemos podido tener nuestro encuentro físicamente en Tierra Santa. No obstante, seguimos decididamente comprometidos a apoyar a nuestras hermanas y hermanos en la tierra de Cristo. Durante esta semana pasada, hemos tenido el privilegio y nos ha emocionado escuchar a los cristianos de Cisjordania, Gaza e Israel sobre su misión, resiliencia y testimonio en estas circunstancias sin precedentes.
A través de nuestro diálogo,
ha quedado dolorosamente claro que hoy se dan menos motivos para la
esperanza que en cualquier otro momento de la historia reciente.
Los desafíos para la salud del Covid-19 , que siente el mundo entero, se ven agravados por el conflicto, la ocupación y el bloqueo.
La ausencia de peregrinos ha agravado las dificultades económicas generalizadas, ha incrementado el desempleo y ha empujado a muchas más familias a la pobreza.
La
falta de progreso político, junto con la implacable expansión de los
asentamientos ilegales y el impacto de las leyes del Estado-Nación de
Israel continúan erosionando cualquier esperanza de una solución
pacífica con dos estados.
Ahora es un momento crítico para que todos fortalezcamos nuestra solidaridad con las personas que viven en Tierra Santa “no como un sentimiento vago, sino como una determinación firme y perseverante de comprometerse con el bien común”.[1]
La importancia de la reunión de la Coordinadora de los obispos para Tierra Santa
Destacamos
la importancia de que los dirigentes israelíes y palestinos se
comprometan nuevamente con las negociaciones directas. Hacemos un llamamiento urgente a
nuestros gobiernos para que renueven su participación activa en la
búsqueda de una paz justa, apoyando las negociaciones directas entre
todas las partes, defendiendo el derecho internacional y reafirmando la
pluralidad de Jerusalén, dada su importancia única para judíos,
cristianos y musulmanes.
Además, la comunidad internacional debe urgir a Israel sobre la responsabilidad que
tiene, moral, legal y humanitaria, de hacer que las vacunas contra el
Covid-19 sean accesibles para los palestinos en Cisjordania y Gaza,
prestando atención al mensaje del Papa Francisco de que “ante un desafío que no conoce fronteras, no podemos levantar muros“.[2]
Si
bien muchos de nuestros propios países continúan afrontando graves
dificultades en medio de la pandemia, tenemos la profunda
responsabilidad de apoyar a nuestros hermanos cristianos en Tierra Santa. Las escuelas católicas, las clínicas, los hospitales y otros proyectos sociales, incluido el trabajo de Caritas,
aunque se encuentran bajo una fuerte presión, son modelos de caridad,
justicia y paz. Estas instituciones cristianas son vitales para unir a
personas de diferentes orígenes para servir al bien común de todos.
La comunidad cristiana, aunque pequeña, es un importante garante de la cohesión social y portadora de esperanza para un futuro mejor. Esperamos
con impaciencia el momento en que los cristianos de todo el mundo
puedan volver a realizar peregrinaciones a Tierra Santa para testimoniar
y apoyarlo de primera mano. Hasta ese momento, animamos a nuestras comunidades a ofrecer toda la asistencia que sea posible y a tener presente a todas las personas de la región en nuestras oraciones.
Mons. Declan Lang
Inglaterra y Gales (Responsable de Holy Land Coordination)
Mons. Udo Bentz, Alemania
Mons. Stephen Brislin, Sudáfrica
Bishop Christopher Chessun, Iglesia de Inglaterra
Mons. Michel Dubost, Francia
Mons. Felix Gmur, Suiza
Mons. Nicholas Hudson, Inglaterra y Gales
Mons. Patrick Kelly, Inglaterra y Gales
Mons. William Kenney, Inglaterra y Gales
Mons. Alan McGuckian, Irlanda
Mons. David Malloy, Estados Unidos
Mons. William Nolan, Escocia
Mons. Raymond Poisson, Canadá
Mons. Noel Treanor, Irlanda
Mons. Joan-Enric Vives Sicilia, España
[1] Papa Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2021.
[2] Papa Francisco, Mensaje Urbi et Orbi 2021.
(Conferencia Episcopal Española)