La Asociación Enraizados recogió y envió más de 6.200 firmas
al relator especial de la ONU para la libertad religiosa pidiendo la
liberación del obispo chino Cui Tai
Mes y medio después, contesta el grupo de trabajo para los
desaparecidos forzados o involuntarios pidiendo que un familiar del
prelado firme un formulario pidiéndolo
La Asociación Enraizados, una voz católica en la vida pública,
recogió durante el mes de junio más de 6.200 firmas pidiendo a la ONU
que medie ante el gobierno chino para que sea liberado Monseñor Agustín
Cui Tai, obispo de Xuanhua. La petición iba dirigida al señor Ahmed
Shaaheed, relator especial de la ONU para la libertad religiosa.
Mes y medio después, ha contestado la Secretaría del grupo de trabajo
de la ONU para los desaparecidos forzosos o involuntarios (WGEID, por
sus siglas en inglés) pidiendo que un familiar de la víctima sea quien
firme el formulario para que empiecen a investigar el caso.
“Esta petición de la ONU nos parece un contrasentido. China es un
país donde los cristianos fieles al Papa rezan en iglesias subterráneas.
Es imposible contactar desde fuera del país con un familiar directo de
Monseñor Cui Tai debido a persecución a los cristianos que existe en el
país”, explica José Castro Velarde, presidente de Enraizados. “Vamos a
pedir a la ONU que se modifique este procedimiento”, prosigue Castro
Velarde. “Es una paradoja más de Naciones Unidas para no enfrentarse a
la falta de libertad religiosa que existe en la poderosa China”,
concluye el presidente de Enraizados.
¿Quién es Monseñor Cui Tai?
El obispo de Xuanhua ya había sido fuertemente reprimido durante
varios años debido a su defensa de la Iglesia Católica en este país
comunista. Desapareció a mediados de abril y todavía sigue en paradero
desconocido.
Sus únicos delitos fueron rechazar la política religiosa del gobierno
(la cual va en contra de los principios de la fe católica) y mostrar su
negativa a inscribirse en la Asociación Patriótica de la Iglesia
Católica China, que no reconoce la autonomía de la Iglesia y la figura
del Papa como cabeza de la misma.
En los últimos años la salud del obispo ha empeorado notablemente: padece una aguda gastritis, neurastenia, vértigos etc.
“Estamos muy preocupados por él y por ello hemos pedido al Relator
Especial sobre Libertad de Religión de la ONU que interceda por él ante
el Gobierno chino para que:
1.Le proporcione la asistencia médica que necesita.
- Respete la libertad religiosa y ponga de forma inmediata e incondicional en libertad a Mons. Cui Tai.
- Liberen a otros sacerdotes y obispos detenidos injustamente, entre
ellos, al obispo Su Zhizhi y al sacerdote Liu Honggen, de la diócesis de
Baoding, provincia de Hebei”, explica José Castro Velarde.
La petición se puede firmar aquí: https://www.change.org/p/el-cardenal-zen-te-pide-un-minuto-para-firmar-por-la-libertad-del-obispo-chino-cui-tai