Más de 100.000 personas se han sumado a la iniciativa Polonia Semper Fidelis y han firmado una petición solicitando a los obispos polacos que confirmen la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio. “Con devoción filial nos dirigimos al presidente del episcopado polaco, el arzobispo Stanislaw Gadecki, pidiendo que confirme la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio”, se puede leer en la petición.
En una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Polaca se subraya la “creciente confusión en las almas de muchos fieles” a causa de “interpretaciones alarmantes” de la exhortación apostólica Amoris Laetitia que han sido utilizadas por algunos grupos para asegurar que la Iglesia ha cambiado su enseñanza sobre el matrimonio.
“Tras la frontera occidental de Polonia podemos observar una gran crisis de fe que se ve agravada por la confusión doctrinal”, aseguran los impulsores de esta iniciativa. En concreto, denuncian que los obispos alemanes, a través de una carta pastoral, han permitido que los divorciados vueltos a casar reciban la Sagrada Comunión. “En el país más grande de la Unión Europea, la jerarquía católica negó la práctica anterior de la Iglesia y las palabras de San Juan Pablo II”, advierten.
“¡No queremos que la confusión doctrinal y la revolución moral lleguen a nuestra patria!”, reivindican. Su deseo de evitar la confusión doctrinal les ha llevado a pedir los obispos de Polonia que se conviertan en un ejemplo para los prelados de todo el mundo confirmando la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio. Una petición que por el momento cuenta con las firmas de más de 100.000 polacos.
“La voz del episcopado polaco sobre la indisolubilidad del matrimonio no sólo puede convertirse en un gran testimonio de la verdad, sino que también puede animar a los obispos de otros países a predicar las enseñanzas inmutables de Cristo”, explican los promotores de esta petición, que destacan la fuerte defensa que hicieron los obispos polacos de la enseñanza de la Iglesia y del patrimonio espiritual de San Juan Pablo II durante los sínodos dedicados a la familia.
El pasado mes de junio, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal polaca trabajó en la elaboración de un documento sobre la aplicación de Amoris Laetitia. En una declaración posterior a esta reunión, los obispos pusieron de relieve que en el acompañamiento de personas que viven en uniones no sacramentales es necesario guiar a un verdadero arrepentimiento y a la reconciliación sacramental.
En relación con el acceso a los sacramentos de las personas que viven en uniones no sacramentales, los obispos polacos remitían a “las enseñanzas de San Juan Pablo II, cuyo sucesor es ahora el Papa Francisco”. Asimismo, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Pawel Rytel-Andrianik, defendió que la enseñanza de la Iglesia no había cambiado en estos casos. Meses después, en declaraciones a Catholic News Agency, el portavoz de la Conferencia Episcopal insistió en que los obispos polacos coincidían en que Amoris Laetitia recoge “la misma enseñanza que Familiaris Consortio” y valoraban el documento como “un tesoro de la Iglesia que se basa en Familiaris Consortio“.