CAMINEO.INFO.- Monseñor Pedro Bustamante López, obispo de la prelatura peruana de Sicuani, en el departamento de Cuzco, ha presentado a la Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia el proyecto de pastoral familiar que desarrollan desde hace dos años en poblados aislados de cuatro provincias, en los que residen cerca de 350.000 habitantes.
El proyecto consiste “en proteger la institución de la familia a través de catequesis y cursos, tal como ha pedido el papa Francisco, sobre todo, a la mayoría de quechua hablantes que sufren casos de violencia familiar y abandono de madres, entre otras muchas dificultades”.
En la prelatura de Sicuani “nuestras familias son fundamentalmente campesinas, viven en poblados situados a una altitud de entre 3.500 y 5.000 metros y se dedican al pastoreo de ovejas y cultivo de patatas y otros productos con los que sobreviven, pero el secularismo también les llega a través de los medios de comunicación social y los avances tecnológicos”.
El plan de pastoral familiar “se basa por un lado en la catequesis familiar, cuidando la formación para la recepción de los sacramentos, y la educación, para que la familia recupere su propia identidad cristiana, y por otro lado, en el trabajo directo con grupos que forman parte de la prelatura que organizan encuentros, retiros y charlas de espiritualidad para reflexionar sobre el sentido y el rol que la familia de hoy debe cumplir”, ha señalado.
“Encontramos dificultades, como la falta de medios y de personas, así como la distancia a la que se encuentran los poblados, a veces a diez u once horas en coche, otras veces a pie, pero tenemos que salir al encuentro de todas esas familias que están dispersas para ayudarlas”, ha precisado el obispo peruano.
Fundación Ad Gentes
La Fundación Ad Gentes fue creada por el Arzobispado de Valencia en 1998 “como cauce de la solidaridad de la Iglesia en Valencia con los más necesitados del mundo”. Para ello, la Fundación “promueve toda clase de obras de caridad y apostolado y colabora con Iglesias diocesanas necesitadas y con misioneros que se encuentran en los países destinatarios de las ayudas, así como con comunidades y asociaciones nativas”.