CAMINEO.INFO.- Mons. Johan Bonny, obispo de Amberes (Bélgica), ha sugerido que las parejas homosexuales, de divorciados y católicos vueltos a casar, y las que cohabitan sin haberse casado, deben recibir algún tipo de bendición en la Iglesia. Propone una «diversidad de rituales» que reconocieran la «exclusividad y la estabilidad» de la relación .
El prelado belga hace su petición en un
libro que saldrá a la venta el próximo 11 de octubre, pero el semanario oficial de la Iglesia en Flandes, Kerk&Leven, ya ha publicado las partes más polémicas. El editor del semanario, Luc Vanmaercke asegura que
las reflexiones del obispo Bonny son la respuesta a la petición que hizo el papa Francisco durante los dos sínodos de la familia para que la Iglesia tenga una visión más contemporánea de la sociedad.
El libro se hace eco de las conversaciones del obispo de Amberes con el teólogo moralista Roger Burgraeve, favorable al reconocimiento de las parejas homosexuales, y con el periodista Ilse Van Halst.
El obispo asegura que «no podemos seguir afirmando que no hay otras forma de amor aparte del matrimonio heterosexual. Nos encontramos con el mismo amor en un hombre y una mujer que conviven juntos, así como en parejas de gays y de lesbianas».
Y añade: «La pregunta es: ¿Hay que tratar de forzar todo en un único e idéntico modelo? ¿No debemos evolucionar hacia una diversidad de rituales en los que podemos reconocer la relación de amor entre homosexuales, incluso desde el punto de vista de la Iglesia y de la fe?»
Mons. Bonny piensa que las parejas del mismo sexo no pueden expresar el vínculo profundamente simbólico entre la alteridad sexual y la fecundidad, lo que significa, explica, que no pueden lograr una verdadera unión sacramental. Pero aunque no puede haber sacramento, insiste en que cualquier tipo de «relación de amor» puede tener la intención de ser «exclusiva y duradera», lo cual, según el prelado, merece reconocimiento.