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Jose Manuel González Pérez::
¿El toro, La Fiesta, El público, El torero, La Plaza, Los de dentro y Los de fuera? |
¿El toro, La Fiesta, El público, El torero, La Plaza, Los de dentro y Los de fuera?Mon, 16 Apr 2018 04:44:00
Una imagen, la tauromaquia, el arte, la coherencia y contradicciones en las decisiones, la estética y profundidad de los espectáculos, los juicios rápidos en redes son aquí objeto de reflexión.
Mi amigo y ex-alumno Dominic comparte un enlace en Facebook con un debate sobre la tauromaquia suscitado por una imagen impresionante. Véase https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10156338462543331&id=801093330 donde se introduce el tema diciendo:. "El beso de Judas, los ojos cristalinos del toro mirando con esa inocencia e ingenuidad sin poder comprender el porqué, y el malvado dándole un beso en la frente...esta foto representa la crueldad en su estado más puro".
Yo me quedé reflexionando al respecto. Y expuse: ¡No estaría yo tan seguro! ¿La presunción de la inocencia e ingenuidad del toro y de su mirada cristalina en medio de su incomprensión y la presunción de la maldad del torero identificándolos con Judas y su beso a qué responde? ¿Al juicio sumarísimo del autoproclamado "juez" foráneo que se erige por encima del toro, del torero y de todas las personas vinculadas con la tauromaquia y su arte, demandantes y oferentes, amantes y defensores?¿Qué pretensión hay en y detrás del juicio? ¿La supervivencia del toro bravo se considera? ¿Se sostiene en el tiempo la bondad de tal pretensión? Y le digo a Dominic. Amigo en las respuestas a estas preguntas no estamos de acuerdo. Pero ello no es obstáculo de nada. Un fuerte, apasionado y racional abrazo. Y me contesta con lealtad y firmeza: "Entiendo tu punto de vista Jose Manuel, y tiene su lógica. Aunque para mi cualquier acto llevado a cabo por un ser que cuenta con más inteligencia, habilidad o poder hacia otro, con el fin de alimentar ese poder, el ego...de entretenerse, y encima prolongarle un sufrimiento y dolor prolongado al otro ser no me parece una cualidad muy humana y me produce pena y rechazo. Un fuerte abrazo amigo!"
Seguidamente leo una réplica a mi comentario: "El beso de Judas se refiere a un sentido metafórico. Es lógico lo evidente en este caso. Malvado con la atribución moral de defecto del justo medio, en el sentido defectuoso de ese justo medio. No hay que ir más allá para entender que no es arte, es puro sadismo para entretener a un público que necesita un alimento no espiritual, moralmente defectuoso y primitivo proveniente de tiempos mitológicos". Y respondí con todo respeto: Quizá sea así como lo afirma. Yo tampoco estaría tan seguro. No logro poder definir o determinar el punto exacto, el punto justo, el correcto, el equilibrado, ese punto, raya o límite que defina cuándo estamos más allá o acá del arte, del error o del horror. No es en absoluto obvio, ni tan siquiera lógico, cuando axiomáticamente, como verdad irrefutable, se impone, sin permitir dialectica ni discusión racional, "que no es arte" y que es "puro sadismo", que se hace "para entretener a gente que necesita un alimento no espiritual, moralmente defectuoso y primitivo proveniente de tiempos mitológicos". ¡Qué pasón¡ ¿no?¡Vamos!, a mí me lo parece. Es verdad que en la vida y en las decisiones hay múltiples contradicciones e incoherencias incluso detrás de los procesos de elección racional y optimizadores de las personas. Es verdad que puede ser verdad la hipocresía y la falsedad. Humano todo ello, expresión de debilidad patente siempre y que hace grande al que la reconoce y supera. Pero ante de un toro sin duda la hipocresía y la falsedad es, creo, mucho menos probable. Es verdad la existencia con la cohexistencia entre lo racional, la coherencia y las contradicciones. Pero lo importante es el ejercicio de este libre albedrío, no sólo mío, sino de cada uno, de cada otro, a que haya alguien o algo que se imponga a los unos y los otros. Es importante el intercambio voluntario, no impuesto. Porque el otro para el otro soy yo, eres tú, es él, nosotros, vosotros y ellos.
Se empieza por esta imposición, luego otra, luego otra y todo en función relativa a dónde se coloque dicho punto, dicha raya, dicho límite. ¡Bufff!!, miedo me da de los que ahora, más allá de los 10 mandamientos, se autoproponen como definidores unilaterales de lo bueno y lo malo, más miedo me da de los que se autoproclaman como capaces de mutar o cambiar las definiciones de los conceptos y proponiendo postconceptos. "Nuevos" versus "viejos", "vigentes" versus "caducos".¿Ahora lo que es arte, ya no es lo que era arte? ¿Y por qué? ¿Porque lo deciden los que están o los que no están dentro de la plaza? Parece que se quiere decidir desde fuera. ¿Es lógico esto, es evidente o es una pretensión? Puedo entender, sin duda, que hayan artes que no gusten, que hasta disguste a alguien, pero si existen tales artes no son ni por irracionales, ni por bárbaros, ni por mitológicos, ni por imposición, no existen por boberías. Existen porque son. Y son porque existen. Las gentes son, existen y piensan. Ya lo dijo Descartes, "cogito ergo sum". ¡Por favor! Dejen a las gentes ser, estar, pensar, acertar y equivocarse. Hay mucho que aprender sin imponer e intervenir desde fuera desplazando, silenciando o ignorando a los de dentro.
No sólo en los toros. También en muchas otras "plazas". Prueba de lo que digo lo veo con un cambio de tercio, aplicando lenguaje taurino. ¿La legitimidad que brota de las leyes dónde se cuecen dentro o fuera del Parlamento? Dentro. Siempre hay pretensiones y soflamas fuera, y hay iniciativas legislativas populares para excitar normativas y leyes. Eso es bueno. Pero para que prosperen hay que conquistar la plaza, estar dentro o excitar a los de dentro. La seguridad jurídica cuida así de la Libertad. Esta suele querer verse libre de la justicia pero es la Justicia la que siempre ampara y cuida a la Libertad. Sin justicia poco recorrido tiene la libertad. Cuidado con las pretensiones y los populismos, pueden conducir a callejones sin salida o, peor, hasta precipicios. Como empecé termino las contradicciones e incoherencias pueden acompañarnos y a veces la verdad de una injusticia se encubre en una mentira y esta acaba por legitimarse mediante una ley que otorga derecho y carta de ciudadanía o los quita. Por ejemplos de esto tenemos ya, o se prevé en el ordenamiento jurídico: el aborto o su postconcepto relativista "la interrupción voluntaria del embarazo", la eutanasia o su postconcepto " la muerte dulce ", padre ( progenitor 1), madre (progenitor 2), sexos ( antes eran 2, ahora hasta 5 sexos), familias, matrimonios, Cementerio (Tanatorios), la cultura de la muerte, la cultura del "gender", .... ¿Obvio, lógico? Para mí no. Nada obvio, ni lógico, fruto del culto a voluntades políticas de parte, servidumbre a lo políticamente correcto, generadoras de derechos espurios, huecos e insostenibles por dos grandes motivos o razones. La primera es porque los recursos que tenemos son los que son y son ESCASOS, los economistas, abogados, los físicos, los médicos, los ingenieros y los científicos esto lo tienen muy presente.
El segundo motivo es la COHERENCIA MORAL, usualmente raquítica en los cursos y discursos. Un abrazo a mi amigo y brillante alumno Dominic que ha suscitado este debate en facebook y mi entrada al mismo. Mis respetos a los demás participes en este ruedo ibérico. Ya saben el dicho "hasta la punta del rabo todo es toro". Aplaudamos, cuidemos y/o nos cuidemos del bravo toro de lidia. Es toro, noble y bravo. Eso es, si existe, piense como piense, a su modo. Si no existiese no sería. Piense el hombre y deje pensar al otro para poder pensar él. Me he limitado a señalar: 1. Que no estaría tan seguro en los juicios sumarísimos. 2. Plantear abiertamente unas preguntas y posición. 3. La difícil gestión personal para conciliar la racionalidad y las contradicciones. Siempre, eso sí, con todo respeto, margen para el humor y sentido sano del propio ridículo. Esto que no falte en la dialéctica, en todo ejercicio de comunicación.
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