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Domingo XXIX del Tiempo Ordinario - Ciclo "B" - El que quiera ser grande entre vosotros que sea su servidor

Sun, 18 Oct 2009 07:00:00
 

CAMINEO.INFO.-

Is 53, 10-11
Salmo 32
Heb 4, 14-16
Mc 10, 35-45

Queridos hermanos y hermanas,

Es sorprendente que en el evangelio de Marcos con mucha frecuencia los apóstoles quedan en mal lugar. Se hace muy evidente que se equivocan, que no han entendido a Jesús y en distintas escenas Jesús les debe corregir. Hoy los protagonistas del error han sido Santiago y Juan. Hace unos domingos los discípulos discutían quien de ellos sería el más importante.

Esto a nosotros nos lanza un claro mensaje: ¡Vigilemos! porque si los discípulos que vivían con Jesús, le veían hacer milagros, le escuchaban en sus predicaciones, y eran instruidos aparte de la gente por Jesús, si ellos que vivieron todo esto, se equivocan, no entienden los modos de hacer y criterios de Jesús, con más motivo a nosotros nos puede pasar lo mismo.

Indirectamente en este evangelio hay una enseñanza muy importante: no nos pensemos que lo hemos entendido todo, que lo hacemos todo bien. Seamos muy humildes, y escuchemos como si fuese la primera vez lo que Jesús nos dice cada domingo.

Hoy Jesús aprovecha la metedura de pata de Santiago y Juan para darles una importante lección: la del servicio. Más claro no se lo puede decir:
“El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir”. Hace unos domingos comentábamos un evangelio semejante. Hay que ver con qué frecuencia Jesús nos habla del servicio.

Dios en su modo de actuar coge siempre el camino del servicio, del ser esclavo, del anonadamiento:

. Siendo Dios se hace hombre
. Escoge el Pueblo de Israel, un pueblo pequeño y débil, que nunca fue un imperio, siempre amenazado o invadido por sus vecinos más fuertes.
. Dentro del Pueblo de Israel escoge una familia humilde, no escoge una familia poderosa, influyente,…
. Para nacer escogerá un establo en Belén, no un palacio o una casa bien.
. Y acabará muriendo por amor en una Cruz, que es donde morían los malhechores y asesinos.

Dios coge el camino del servicio, del abajamiento. Y su modo de hacer debe iluminar nuestro modo de hacer.

Jesús nos dice “el que quiera ser grande, sea vuestro servidor”. Esto supone un trastrueque total de las categorías del mundo, delante del poder, la influencia, el control, el dominio, Jesús propone la humildad, el servicio, el amor.

Esto no quiere decir que un cristiano no pueda tener una elevada responsabilidad en el gobierno o en una empresa, sino que la manera de hacer ha de ser desde el servicio y el amor. Un empresario cristiano ha de vivir el ser empresario como un servicio a las personas y a la sociedad mucho más que como un medio de enriquecimiento personal. Y en el ámbito de la política (delante de espectáculos tan lamentables como las corruptelas y los informes encargados a los amiguitos de turno) os aseguro estamos muy necesitados de políticos que actúen con los criterios evangélicos.

Cuando Jesús dice: “El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Pues tampoco el Hijo del hombre, ha venido a ser servido, sino a servir, y a dar su vida en rescate por todos”. Con estas palabras Jesús interpreta su vida en clave de servicio. De un servicio sin límites que llega a dar la vida a favor de los demás.

Nosotros que somos sus discípulos, sus seguidores, hace falta que también hagamos de nuestra vida una vida que se entiende en clave de servicio.

Desde nuestra condición de padres/ abuelos/ hermanos/hijos es necesario que interpretemos nuestra vida en clave de servicio. Ser padres comporta una dimensión de servicio..., ser abuelos....,.... Para un cristiano servir a los demás configura una manera de ser, es constitutivo de su ser.

Para vivir bien el servicio necesitamos una cosa: amar lo que hemos de hacer. No siempre es fácil, es todo un aprendizaje. Nos es necesario aprender a amar aquello que es nuestra obligación. Cuando lo hemos aprendido entonces servimos con amor y si servimos con amor llegaremos a ser felices... es el único camino, no hay otro.

¿Cómo amar aquello que es nuestra obligación? Cocinar, trabajar, limpiar la casa, etc. Dándonos cuenta de que nuestra felicidad pasa por aquí, haciendo estas cosas. Puede ser que nos venga apetezca hacer otras (ver la Tv...) pero no nos darán la felicidad, sí la satisfacción momentánea, pero no la felicidad.

Por esto un santo decía: “Quien no vive para servir no sirve para vivir”. Y también san Ignacio decía: “En todo servir y amar”.







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