Henri de Lubac (1896-1991) ha sido uno de los más destacados teólogos del siglo XX. Sus trabajos de investigación de historia de la tradición eclesial han tenido una acogida excepcional por parte de la mentalidad teológica contemporánea, si bien en gran parte sin un reconocimiento explícito. A juicio de J. Ratzinger, de Lubac, con su obra programática Catolicismo: aspectos sociales del dogma, fue el teólogo más influyente en la mentalidad de los Padres del Concilio Vaticano II.
La Fundación Maior acaba de poner al alcance del lector de lengua española una de las obras más significativas del P. Henri de Lubac: Pequeña catequesis sobre naturaleza y gracia.
Aunque la obra del gran teólogo jesuita que más influyó en los padres conciliares fue Catolicismo: aspectos sociales del Dogma, no conviene desconocer las demás, entre las que se encuentra precisamente la que ahora se publica en español.
Nos dice el autor que se trata de un simple ensayo cuya redacción se ha emprendido con el fin de esclarecer algunas nociones elementales que se encuentran en la base de nuestra fe y que implícitamente deciden la orientación diaria de nuestros pensamientos y nuestras acciones.
No deja de ser sorprendente la sencillez con la que aborda y resuelve las cuestiones más debatidas de la teología, en particular la de la naturaleza. Ahora, que estamos tocando con la mano las consecuencias de considerar a la naturaleza humana como obra exclusiva del hombre, de su poder y de su técnica, el libro de este gran jesuita nos recuerda que el hombre, como imagen de Dios, es irreductible tanto a una simple partícula de la naturaleza universal como a un elemento anónimo de la ciudad humana.