CAMINEO.INFO.- Lleva escritos varios libros sobre la masonería, y sus conocimientos y opiniones sobre «la sociedad secreta más influyente del mundo» siguen suscitando interés y polémica, adhesión y rechazo. Pocos son los historiadores que gozan del crédito y del reconocimiento que posee Ricardo de la Cierva.
Su extensa trayectoria profesional le ha hecho valedor de ese prestigio y es considerado como uno de los escritores que más y mejor conocen el entramado secreto de la masonería. Quizá por eso, este catedrático de Historia Contemporánea de España y ex ministro de Cultura con el Gobierno de Adolfo Suárez nunca se niega a arrojar un poco de luz sobre un tema tan oscuro.
Y lo mismo le da hacerlo a través de uno de sus múltiples libros que en una entrevista. Sus palabras suenan firmes, con la autoridad propia de una persona que sabe perfectamente de lo que habla. Y aunque sus conclusiones están bañadas de neutralidad histórica, no esconde su visión sobre cuál debe ser el papel de los cristianos frente a los ataques.
- Hay quien ha dicho que la Unión Europea está plagada de masones. ¿Existe, realmente, una presencia tan fuerte de las sociedades secretas en la UE?
- Evidentemente sí. Así lo demuestra el artículo de la Constitución Europea sobre la tolerancia activa con las sociedades filosóficas, vamos, la masonería, y una tolerancia mucho más restrictiva con las confesiones cristianas. La presencia de las sociedades secretas es tan fuerte que en la UE hay una gran defensa de la masonería.
- ¿En qué medida han influido los masones en la redacción de la Constitución?
- Ellos son los redactores del Tratado constitucional. Son sus creadores. El francés Valery Giscard D- Estaigne, masón reconocido, es uno de sus impulsores. Además, él es uno de los principales valedores de la masonería en Europa.
- Y, ¿están también presentes en otros organismos comunitarios?
- Por supuesto. La masonería está inserta en toda Europa. Incluso ya tiene mayoría en el Parlamento Europeo y una presencia clarísima en otras instituciones comunitarias como el Consejo de Europa, el Consejo de Ministros... Descristianización social.
- Esta presencia de los masones en la Unión, ¿qué consecuencias tiene o puede tener para los ciudadanos?
- Desde luego, redundará en la descristianización paulatina de Europa y de su sociedad. Supondrá el retorno al paganismo, al gnosticismo. Para los cristianos habrá más trabas, más peligros, más asedios a la Iglesia católica, que vuelve a enfrentarse con el paganismo, como si estuviésemos en el siglo IV. Es muy probable que reaparezcan diversos problemas sociales, económicos o políticos motivados por la secularización que intentarán llevar a cabo... Intentarán, seguro, que desaparezcan los valores cristianos de la sociedad para quedar subordinados a valores deístas, ambiguos.
- Y ante eso, ¿cómo deberían reaccionar los cristianos?
- La secularización que proponen los masones no se limita a separar las relaciones que se mantienen entre la Iglesia y los distintos estados, sino que pretenden apartar a la sociedad de sus raíces cristianas. Intentan arrinconar a los cristianos. Precisamente por esto, los cristianos en general y la Iglesia católica en particular no deben consentir algo así en absoluto, no deben ceder ante sus presiones porque somos un sector social como otro cualquiera. Los católicos debemos afrontar esta situación sin complejos, admitir nuestra fe con valentía. Por supuesto que es muy difícil dar la cara, pero de no hacerlo así sería una nueva derrota de la Iglesia católica.
- ¿Quiénes son los grandes masones de la Unión Europea?
- Aunque muchos piensan que el gran masón europeo es Giscard D- Estaigne, él es sólo el que da la cara. Lo realmente peligroso es lo que yo he llamado «la masonería invisible », los que no aparecen de forma pública pero están insertos en las instituciones comunitarias y también en las instituciones de cada país. En mis libros yo sólo he dicho lo que los masones dicen de sí mismos. Lo que no dicen es que están en contra del cristianismo, algo que es cierto pero que niegan. Sin embargo, eso no es impedimento para que hayan llegado incluso a instituciones muy altas. Están en todos lados, incluso ocupan cargos dentro de la Iglesia católica. Masones de derechas.
- Pero estos masones no han salido de la nada... ¿Dónde está el origen de la masonería en Europa?
- Comenzaron en la Edad Media como asociaciones de constructores y también vinculados a la orden de los templarios. Sus orígenes son, por lo tanto, cristianos, pero todo eso cambió en el siglo XVIII. Desde entonces la clave masónica es la descristianización de la sociedad. Los rituales de grados masónicos antes de la Ilustración eran rituales cristianos, e incluso se nombraba varias veces a Cristo y a la Virgen María. En el XVIII desaparecen estas referencias y sólo queda la cursilada del «Gran Arquitecto del Universo ». Sólo la Gran Logia de Inglaterra, una de las más importantes y de mayor peso en toda Europa, menciona a Cristo como «Arquitecto de la Iglesia ». Tras la reforma protestante se insertaron en las logias masónicas intelectuales hugonotes, alemanes e ingleses que defendían la ruptura con el catolicismo. Con el protestantismo y el auge de la masonería en toda Europa llegó el anticatolicismo y la secularización extendida de la sociedad. También en nuestro país.
- Y a propósito de nuestro país, su colega el historiador César Vidal ha dicho que en el actual Gobierno socialista hay una fortísima presencia de la masonería... ¿Hasta dónde llega, realmente, la influencia de la masonería en España?
- Normalmente suelo coincidir con César Vidal en casi todas sus opiniones sobre la masonería y esta vez no es una excepción. Las sociedades filosóficas, la masonería, en una palabra, está igual de extendida en nuestro país que en Europa. Y no sólo dentro del Partido Socialista. También en el centrismo hay un gran número de masones. Ya los había en la UCD y los hay ahora, incluso, en el Partido Popular. Pero es una militancia masónica más discreta, menos agresiva con la Iglesia católica. Más callada. Una masonería a lo Chirac.