CAMINEO.INFO.- El Hno. Isidoro Macías, conocido como "Padre Patera" por su entrega sin descanso a la acogida de personas inmigrantes que arriban en las costas de Algeciras, ha participado en el Wake Up! de la Fundación IUVE, centrado este año en el tema de la libertad. Ha trasladado a los jóvenes su pasión por ayudar a los demás sin límites, muros ni barreras, viendo sólo a la persona que se tiene delante. Con su hábito gris de franciscano de la Cruz Blanca, les decía a los participantes: "Para ayudar no es necesario ser cura, fraile, monja o católico". Entonces les ha contado una de las cientos de anécdotas que le caracterizan, cuando una pequeña le pedía comida diciéndole: "I'm catholic". El P. Patera le respondió: "Si tú católica, comes; si no católica, comes también"
Es ejemplo de una libertad de espíritu que le hace magnético, cercano y que rompe las barreras de los prejuicios. Su vida está plagada de historias que hacen plástica esa realidad. Sin alardes, con naturalidad y sencillez, ha narrado la experiencia durante una entrevista para la revista Time, en la que el entrevistador exclamaba: "¡Padre! ¡Pero usted se salta la ley de extranjería!", a lo que P. Patera contestó: "Verá, yo no soy abogado, yo sigo la ley del amor y la misericordia".
Durante su intervención en Wake Up!, ha intentado trasladar a los chavales el bien enorme que su juventud puede significar, por ejemplo, para los ancianos: “Están necesitados de cariño, necesitan que les escuchen y, sobre todo, les encanta ver a jóvenes”.
Su sensibilidad es grande. Tan sólo una vez ha estado en la playa donde arriban las pateras: “Es un escenario bastante duro y crudo el ver llegar mínimo 500 cuerpos sin vida al día, se me parte el corazón al ver embarazadas, niños, familias que se atreven a hacer esa travesía para tener una vida mejor y verlos muertos”, contaba. También ha tratado de despertar a los jóvenes a esa necesidad interior a veces oculta tras el muro de una mirada exclusivamente materialista de la realidad: “Esas personas que llegan en pateras no sólo necesitan papeles, comida, ropa; también necesitan calor humano, un abrazo una sonrisa o el cuidado al curar sus heridas”.