«Creo que la relación entre catequesis y liturgia en el Camino Neocatecumenal es ejemplar». Lo afirmó el cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. «La aprobación de este Decreto sobre las celebraciones del Camino Neocatecumenal contenidas en el “Directorio Catequético” de los neocatecumenales es, para toda la Iglesia, un reconocimiento de la manera en la que la iniciación cristiana debe tener siempre una unión entre la Palabra y las celebraciones».
Durante la entrevista con Radio Vaticana, el purpurado español recordó el catecumenado antiguo, en el que las diferentes etapas estaban marcadas por celebraciones específicas para cada momento del itinerario de la iniciación, e indicó que en el Camino Neocatecumenal «hoy se hace lo mismo: por ello, no son etapas artificiales, no se trata de una simple metodología inventada por los hombres, sino que corresponden al itinerario de la conversión».
«La celebración –indicó– en el interior del itinerario propio de estas comunidades, de la Eucaristía se lleva a cabo de manera muy digna y bella, con gran sentido de fe, con espíritu eclesial, festivo y litúrgico, con hondo “sentido del misterio y de lo sagrado”. La Palabra de Dios y la Eucaristía señalan la prioridad de Dios, la iniciativa de Dios y constituyen la base y la fuente que dan vida, aliento y fuerza a las comunidades, capacidad, vigor y libertad para dar testimonio y evangelizar».
Por ello, al concluir su reflexión sobre la liturgia, el prefecto vaticano dijo que «Realmente hay que dar gracias a Dios por este don con que enriquece a la Iglesia, surgido en España, pero de tanto y tan fecundo influjo en el mundo entero».
Vatican Insider