CAMINEO.INFO.- «Se puede querer, se puede tener hijos, se puede ser feliz». Con estas palabras expresa Yolanda, una burgalesa madre de doce hijos, de entre 20 años y cuatro meses, las razones de su presencia en la misa de las familias. Mientras amamanta a Clara, la benjamina de sus vástagos, en la sala de lactancia habilitada para la ocasión, asegura que el secreto de su numerosa familia está en haber dejado que la vida llegara a su hogar «como Dios ha querido, sin ponerle obstáculos, porque yo no tengo poder ni sobre la vida ni sobre la muerte».
¿Por qué han viajado a Madrid pese a las inclemencias del tiempo? «La Cabeza de la Iglesia nos lo ha pedido y no hemos hecho otra cosa que obedecer», responde, al tiempo que lamenta que la familia cristiana esté «cuando menos muy oculta» y se muestra decidida a cambiar la situación. Y ha querido que todos sus hijos participen en la fiesta, pese al madrugón y a las horas de autocar, «para que se involucren en esto y vean que sus padres les están diciendo la verdad».
Entre la multitud congregada en Plaza de Lima hay infinidad de niños y bebés que en su mayoría duermen plácidamente.
Entre ellos está Daniele, de cuatro meses de edad, el menor de los cuatro hijos de Gianluca y Chiara, un matrimonio llegado de Lecce, una ciudad del sur de Italia. Junto a ellos, Sara, Marta y Davide, de ocho, seis y dos años.
«Hemos venido a Madrid para dar testimonio de nuestra experiencia y ejemplo de familia cristiana a España, Italia y Europa entera», afirma Gianluca.
Como en el caso de Yolanda, Gianluca y Chiara sostienen que «es posible una familia feliz». Los cuatro niños soportan el intenso frío de Madrid protegidos por unas mantas y, los más pequeños, durmiendo en sus cochecitos.
Poco antes de comenzar la ceremonia, comentan que el viaje «no ha sido difícil» y que los niños se han portado muy bien. «Estamos muy contentos y es reconfortante el ambiente que se vive en este lugar». En relación con su numerosa familia resaltan que en el matrimonio «el amor se realiza en el fruto de los hijos». Y a modo de conclusión aseguran: «Volvemos a Italia con un espíritu renovado y llenos de alegría».
A pocos metros, un bullicioso grupo entretiene la espera con canciones y risas. Son cinco familias de Valverde del Camino (Huelva) que suman 15 hijos.
«Vinimos el primer año y ya no hemos dejado de hacerlo», afirma María José. Todos están de acuerdo en que vale la pena hacer un camino como el que recorren desde hace tres años «para defender la vida y la familia» y para reclamar de quien corresponda su apoyo.