Navarro-Valls asegura que “hoy los sectores laicistas hacen que estemos más cerca de ideocracias que de teocracias”

CAMINEO.INFO.- El Secretario General de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Rafael Navarro-Valls, participó ayer en una mesa redonda sobre “Libertad religiosa, ¿enemiga de la libertad de conciencia?”, que organizó la Asociación Cultural Charles Péguy en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Moderada por el director de informativos de Popular TV, Fernando de Haro, intervinieron también el director general de Asuntos Religiosos, José María Contreras, y el sociólogo Fernando Vidal.

Navarro-Valls habló en su intervención de que está deseando ver algo del supuesto proyecto de reforma de la ley de libertad religiosa en España, -del que no se sabe nada- y diferenció entre los derechos de libertad religiosa y libertad de conciencia. A su juicio, “la libertad religiosa tiene un objetivo claro: Dios, acto de fe”, mientras que la libertad de conciencia tiene el objetivo de “vivir con la Verdad y el Bien, aunque no sea de origen religioso”.

Para el secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia, lo que preocupa en España es “la tentación del Estado de querer llevar lo religioso en las catacumbas sociales”. En este sentido, abogó por encontrar el equilibrio entre la Iglesia y el Estado, dejando de lado los extremismos y fanatismos. “Hoy, los sectores laicistas hacen que estemos más cerca de ideocracias que de teocracias”, declaró y añadió: “Es la gran tentación y desafío del siglo XXI”.

Por otro lado, lamentó que “el laicismo español tiende a minusvalorar el factor religioso” y puso como ejemplo al comunismo, que entendía que la religión estaba fuera y el agnosticismo dentro del régimen.

Defendió, asimismo, que la religión ha movilizado a millones de personas para que se opusieran a regímenes autoritarios, que se apoyara la democracia y los derechos humanos y que se aliviase el sufrimiento de los hombres. Además, recordó que también tiene una función política: convencer de que quienes están en el poder tienen una responsabilidad “con los de abajo y con los de arriba”.

Habló, también, de que la democracia es una “mezcla de sensibilidades para ciertos males como la solidaridad, la participación o la igualdad”, pero olvida otros. Así, afirmó que “las iglesias han contribuido a despertar en esas zonas de sensibilidad dormida las carencias espirituales y culturales que fortalecen el tejido social”. En este sentido, señaló que una reforma “debe potenciar la libertad, no restringirla. Cualquier otro planteamiento es respetable pero errado”.

Habla el director de Asuntos Religiosos

Por su parte, José María Contreras, defendió a ultranza la necesidad de una reforma de la ley de libertad religiosa, según dijo “muy demandada por la sociedad”. Argumentando que la sociedad española ha cambiado mucho en treinta años, se mostró partidario de una nueva norma que recoja la realidad religiosa española y plantee un estatuto jurídico para las personas de culto que contemple que las confesiones minoritarias tienen derecho a reunirse en espacios públicos.

Para el hasta ahora responsable de la Fundación Pluralismo y Convivencia, es necesario encontrar “un punto en el que ni la religión esté fuera de todo lo público ni en todo lo público” y que al catolicismo no se le trate “ni con más ni con menos privilegios”. Así, defendió la pluralidad existente en España y destacó que “la diversidad nos obliga a repensar que ser español no es igual a ser católico”.

Por último, el filósofo Fernando Vidal, también se mostró a favor de una nueva regulación de la ley de libertad religiosa.