CAMINEO.INFO.- Madrid/ESPAÑA.- Tanto el Ayuntamiento madrileño como el candidato socialista a la alcaldía, se han pronunciado en contra de la “procesión atea” que se pretende convocar una asociación de librepensadores con el ánimo de ofender a la Iglesia, el próximo Jueves Santo. Mientras tanto, la delegada del Gobierno en Madrid, a quien le compete tomar la decisión final sobre la autorización o denegación del permiso correspondiente, ha apelado a un informe de la Abogacía del Estado para curarse en salud, una vez que los convocantes pretenden disfrazar la ofensa blasfema con un acto lúdico. Por otra parte, más de setenta mil ciudadanos madrileños han firmado un documento contrario a la “procesión” que considera atentatoria contra los sentimientos religiosos y una vulneración del Código Penal.
Mientras la delegada del Gobierno toma la decisión final, la asociación cívica “Hazte Oir” ha anunciado igualmente la interposición de una demanda contra los impulsores de la iniciativa blasfema por "reivindicar como referencia imprescindible" la quema de iglesias en el Madrid de los años 30". Se une esta querella a otra ya presentada por abogados cristianos en sentido similar.
Para el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, corresponde a la Delegación de Gobierno la competencia de permitir o no la 'marcha atea' teniendo en cuenta el informe emitido por el Ayuntamiento de la capital. Lissavetzky se pronunció así minutos antes de conocerse que el Consistorio no la autorizará por constituir "una burla, una mofa, de una confesión religiosa", como ha argumentado el vicealcalde, Manuel Cobo.
Al candidato de IU, Ángel Pérez, “le da igual”
Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida y también candidato a la Alcaldía, Ángel Pérez, ha señalado que una procesión, laica o religiosa, "le da igual", y que la polémica por la posible autorización o no de la 'procesión atea', se trata de una "polémica artificial". "Son cuestiones que, tanto la laica como la religiosa, me dan bastante igual. Creo que es una libertad de cada uno sumarse a cada una de las cuestiones que quiera, y más allá de eso, no voy a entrar de si hay que permitir o no", ha manifestado a los medios tras una visita al polideportivo municipal de La Concepción. "El que no quiera ir que no vaya, el que quiera ir que vaya. En cualquier caso, estamos en un país aconfesional en el que cada uno puede hacer perfectamente lo que quiera con lo que piense de lo que haya o no haya más allá de nuestra vida", ha concluido.
El Ayuntamiento de Madrid, categórico: no a la burla a cualquier religión”
Mucho más categórico se ha manifestado el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, quien aseguró ayer que el Ayuntamiento no autorizará la marcha atea mientras se pretenda hacer "ese día, aesa hora y en ese espacio" por constituir "una burla, una mofa, de una confesión religiosa", y ha asegurado que si la manifestación fuera contra otra religión el Gobierno municipal también diría que no. "No autorizaremos ese día, a esa hora, en ese espacio una burla, una mofa, de una confesión religiosa. Si fuera la misma burla de otra religión diríamos también que no, porque creemos que la tolerancia de esta ciudad permite que la gente tenga sus convicciones, su fe religiosa, y que sea respetada. Y aquí de lo que se trata es de no respetar a una parte muy importante de la ciudadanía madrileña", ha afirmado en declaraciones a los medios tras asistir a un acto de precampaña en la planta de compostaje de Migas Calientes.
Para Cobo, esta convocatoria "esperpéntica" no debería ser autorizada tampoco por la Delegación del Gobierno, que es "quien tiene capacidad para dar autorización" a este tipo de eventos en virtud del "derecho recogido en la Constitución", según ha recordado. Por ello, el Gobierno local ha enviado a esta institución un informe desaconsejando que se dé permiso a las asociaciones convocantes, justificando esta recomendación en que el lugar donde quieren realizarla --el centro de la capital-- "recogerá ese día a miles de personas que acuden a procesiones y templos", además de a los turistas que habitualmente pasean por allí. Además, también alegan que la celebración de la llamada 'marcha atea' en Jueves Santo, "una fecha importante para muchos", podría "dar lugar a problemas de orden público", otro argumento a juicio del Consistorio para que se rechace la petición.
A renglón seguido, Cobo ha insistido en que en el caso de que la Delegación siga pensando "erróneamente" que no se trata de una manifestación sino de "un acto lúdico, un evento, una fiesta" --en cuyo caso sería el Ayuntamiento el que debería dar la autorización--, el Ejecutivo local dirá "rotundamente no" por las mismas razones expuestas en su informe. "Nosotros no autorizamos el uso de la calle, del espacio público de todos, para ese fin espúreo que plantean los organizadores", ha insistido el vicealcalde, que no ha querido entrar a valorar las razones que hayan podido llevar a la Delegación de Gobierno a pasarles la responsabilidad de decidir sobre este asunto.
Carrión pide un informe a la Abogacía del Estado
La delegada del Gobierno en Madrid, María Dolores Carrión, anunció ayer que había pedido un informe a la Abogacía del Estado para que valore si la 'procesión atea' convocada por varios colectivos para el Jueves Santo atenta o no contra los valores constitucionales. Carrión, por lo tanto, tendrá en cuenta dicho informe antes de autorizar o no dicha iniciativa "para mayor seguridad de que se van a respetar todos los derechos implicados". La delegada explicó también que los convocantes --entre los que se encuentra la Asociación de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal) y la asamblea vecinal La Playa de Lavapiés—le enviaron el sábado un nuevo escrito "recalificando el acto", puesto que a la marcha ya no la llaman procesión, sino "manifestación".
No obstante, ese nuevo documento llegó sin firma, por lo que los convocantes deben reformarlo. Una vez que lo hagan, la Delegación contará con un plazo para prohibir o no dicha manifestación atea. Si finalmente deciden que no se celebre, lo que se debe hacer de forma motivada, los organizadores podrán recurrir esa decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Los ateos tratan de disfrazar como “acto lúdico” su ofensa a la religión católica
Finalmente, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal) acatará la decisión que tome la Delegación del Gobierno en Madrid y el Ayuntamiento de la capital sobre la celebración o no de la 'marcha atea' y que han ppalnteado como un reto para comprobar "el grado de aconfesionalidad" del Estado. El presidente de la Amal, Luis Vega, ha confirmado, en declaraciones a Europa Press, que se encuentran a la espera de recibir la autorización para poder celebrar la marcha. En este sentido, ha explicado que primeramente se dirigió a la Delegación del Gobierno para comunicarla y que esta institución les remitió al Ayuntamiento "por no ser una manifestación y no tener competencias en materia de procesiones". De hecho, Vega ha confirmado que ante ello presentaron una nueva petición al departamento que dirige María Dolores Carrión para subrayar que se trata de una "manifestación" aunque no reniega del término “procesión”. "Queremos que sea una procesión porque no queremos que nadie monopolice el castellano". Vega también ha destacado que entre los organizadores de la marcha ya no figura la asociación Ateos en Lucha, cuyo portavoz realizaba semanas atrás unas declaraciones en un programa de radio en las que aludía a la quema de iglesias durante la República y el paso por una de ellas como "una referencia". Estas palabras no fueron bien acogidas por el resto de los convocantes, que pidieron la marcha de este grupo de la 'procesión', una decisión que se hizo efectiva este misma semana. "No nos gustó, porque no vamos por ese camino", ha dicho el presidente de la Asociación de Ateos y Librepensadores de Madrid.
A pesar de todo ello, y en el caso de que se les deniegue desarrollar la marcha, Vega ha anunciado que pedirá "explicaciones" pero acatarán la decisión y no buscarán la confrontación. La procesión, para la cual se han propuesto tres posibles itinerarios, marcharía el día 21, Jueves Santo, desde la plaza del Metro de Antón Martín hasta la plaza de Lavapiés de Madrid. Entre los convocantes, además de Amal, está la asamblea vecinal La Playa de Lavapiés --a la que Vega señala como "principal promotor" de la iniciativa-- y diversas organizadoras ateas y librepensadoras. El objetivo es organizar una "marcha festiva". "Vamos a hacer una procesión alegre, divertida y crítica a la institución, no con los dogmas y ritos católicos", ha explicado Vega.