La Madre Pilar German del Monasterio Cisterciense “Santa María de la Caridad”, Tulebras, (Navarra)

CAMINEO.INFO.- El Monasterio de “Santa María de la Caridad”, Tulebras, (Navarra), remonta sus orígenes al año 1147, cuando el rey García Ramírez pidió a las monjas del monasterio de Lumen Dei en Favars (Francia), que vinieran a fundar un monasterio a tierras navarras. Es el primer monasterio del Císter en España. La comunidad vive en él de forma ininterrumpida desde la fecha de su fundación. En la actualidad componemos la Comunidad 21 Hermanas.
El 25 de Enero de este año de gracia de 2011, la Comunidad eligió como su Abadesa a la M. Pilar Germán Rojas.



La Madre Pilar Germán, es natural de María de Huerva (Zaragoza). Su vocación contemplativa, surgió en el seno de las Comunidades Neocatecumenales de San Braulio de Zaragoza, a las que pertenecía. Entró en este Monasterio Cisterciense de la Estrecha Observancia (Trapense), en 1994 y profesó solemnemente en el año 2000; hasta su elección como Abadesa del Monasterio, era Maestra de Novicias.

La vida en un monasterio cisterciense, se caracteriza por su sencillez y deseo de ir a lo esencial. La monja, respondiendo al significado de su nombre, busca la soledad para reencontrar su unidad interior, donde descubre a Dios, el fundamento para edificar solidariamente la fraternidad con sus semejantes. Su jornada y su estilo de vida pretende solamente ayudarle en ese camino.
La soledad cisterciense se vive en fraternidad con otras hermanas, creando unos lazos de comunicación que no sólo implican la palabra, sino también el afecto del corazón. Ayuda a construir juntas la unidad.
Soledad y silencio favorecen la “escucha”, del propio corazón, del de la humanidad y de la Palabra de Dios en la Lectio Divina.
La oración Litúrgica manifiesta en los diversos momentos del día la presencia de Dios en nuestra vida.
El trabajo: “Son verdaderos monjes cuando viven del trabajo de sus propias manos” (RB 48,8). A través del trabajo nos ganamos el sustento; colaboramos en la buena marcha de la sociedad y compartimos con los pobres que se acercan a nuestro monasterio.