Portada
Vaticano
Realidades Eclesiales
Iglesia en España
Iglesia en América
Iglesia resto del mundo
Cultura
Sociedad

·Homilia Dominical
·Hablan los Obispos
·Fe y Razón
·Reflexion en libertad
·Colaboraciones



 
 

 

 

 

 
Apr 2024
MoTuWeThFrSaSu
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30          

   


www
Portada:: Homilia:: Ciclo C:: Tiempo de Adviento. Domingo III: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti

5 / 5 (4 Votos)




Tiempo de Adviento. Domingo III: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti

Sat, 14 Dec 2013 23:58:00
 

CAMINEO.INFO.-

ISAÍAS 35, 1-6a. 10
SALMO 145
SANTIAGO 5, 7-10
MATEO 11, 2- 11

Estamos viviendo, celebrando, el Tercer domingo de Adviento, llamado Domingo Gaudette, que quiere decir domingo de la alegría. La liturgia, con sus lecturas, textos y oraciones, nos hace una invitación a la alegría porqué el Señor ya está muy cerca.

Este domingo Gaudette enlaza muy bien con la exhortación “Evangeli Gaudium” del Papa Francisco, publicada ahora hace unas semanas. Es una exhortación genial, un documento que haríamos muy bien en leer todos, es muy iluminador, muy fácil de leer, toca temas muy cercanos a todos nosotros, un documento que pienso que si nos lo tomamos seriamente tiene una gran fuerza transformadora, y está escrito por un pastor que quiere estar cerca de las ovejas.

Evangeli Gaudium quiere decir “La alegría del Evangelio”. En el primer punto nos dirige estas bonitas palabras: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.”
Es la alegría que nos quería manifestar la primera lectura, innumerables veces utilizadas las palabras: “alegría”, “gozo”, “gloria”.

En la oración colecta de este domingo hemos rezado diciendo: “Concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación”. Otra invitación a la alegría que nos hace la liturgia.

La suya es una venida real, no hacemos teatro. La liturgia tiene esta capacidad de hacer que Él venga. Por tanto, ante la inminencia de su venida, nos hemos de alegrar… Venida real = Alegría real.

En la primera lectura hemos escuchado: “Decid a los cobardes de corazón:”Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará”. ¡Esto nosotros no nos lo creemos!

Pongo un ejemplo: alguien nos explica un problema (corazones alarmados de los que habla el profeta), y nosotros le haremos nuestros razonamientos humanos, naturales, pero nunca le diremos lo que dice el profeta: “sé fuerte, no temas. Nuestro Dios te ayudará, viene en persona y te salvará”.
La llamada del Adviento, es “Dios viene”, la celebración de la Navidad, es “Dios con nosotros”, celebramos su presencia entre nosotros; una presencia real, operante, transformadora. Y si es así ¿por qué no le decimos a quien nos explica un problema: “sé fuerte, no temas, nuestro Dios te ayudará, viene en persona y te salvará”?

Porqué tenemos poca fe, porque tenemos poca experiencia de Dios, porque hay mucha mundanidad en nuestra vida. Mundanidad quiere decir que nos pesan más las cosas del mundo que la vida espiritual. En la exhortación del Papa, en el apartado “Tentaciones de los agentes pastorales” (nosotros) hace una radiografía muy bien hecha de todo lo que nos incapacita para comunicar la buena nueva. ¡¡Muy buena esta parte de la exhortación!!

Complemento de todo esto nos lo da la segunda lectura, hablando de la acción de Dios dice: “Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor.” Dios viene, Dios con nosotros, Dios que entra en la historia para transformarla, pero hermanos y hermanas, la acción de Dios es sutil, suave, muchas veces no es la que esperamos, y se produce siempre en medio del misterio. ¡Paciencia! Importantísimo tener presente esto, sino podríamos acabar decepcionados del Señor: “Dichoso aquel que no quedará decepcionado de mí”.

Después de esta frase, San Jaime pone un ejemplo genial: “El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía”.

El labrador espera los frutos, nosotros la acción de Dios. Y se nos pide paciencia. Si el labrador se pone a mirar cómo va creciendo la planta no ve nada, por mucho que mire, la planta no se mueve. Necesita paciencia. Igual nosotros muchas veces queremos ver a Dios actuar, y Dios actúa lentamente, Dios da crecimiento a su ritmo, no al nuestro, nos toca dejarnos conducir, modelar, confiar,... paciencia.

¿Y qué hace que crezca la planta? Las lluvias primerizas y tardías... ¿Qué hace crecer nuestra vida espiritual? La gracia de Dios, el don de Dios. En los Tiempos Litúrgicos fuertes podríamos decir que la lluvia de gracias es más abundante, Dios da más, ¡¡aprovechémoslo!! Pidamos mucho, esperemos mucho,...

Que la alegría del evangelio, que la alegría de Jesús que viene, nos ayude a preparar el camino al Señor.







Nombre:
Email:
Titulo:
Comentario:




SI QUIERES COLABORAR CON CAMINEO.INFO PULSA DONAR

Preview Chanel Preview Chanel
Camineo.info 2004-2015

PHPCow news publishing script, content management system Review www.camineo.info on alexa.com