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V Domingo de Cuaresma: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo

Sun, 25 Mar 2012 09:19:00
 

CAMINEO.INFO.-

JEREMÍAS 31, 31-34
SALMO 50
HEBREOS 5, 7-9
JUAN 12, 20-33


La Cuaresma toca ya a su fin. Domingo que viene celebraremos ya el Domingo de Ramos. En estos últimos días debemos poner un poco el pie en el acelerador de las prácticas cuaresmales para acabar de predisponernos y poder resucitar con Cristo durante el tiempo de pascua.

Hoy las lecturas son una preparación para todo lo que estamos a punto de celebrar en los días santos que se acercan...

En la primera lectura Jeremías estando deportado con su pueblo, lejos de la tierra prometida, hace un canto de esperanza y de consuelo. Y habla de un nuevo pacto, una nueva alianza, que no consistirá en el cumplimiento de unas normas externas sino en una relación personal entre Dios y su pueblo. “Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” Nos lo decía el conferenciante del jueves: “El cristianismo antes de ser reglas y normas es una vida de relación con Jesucristo”. Sí que hay normas y mandamientos, pero todo esto está subordinado y coge sentido desde la relación con Jesús.
¿Cuál es este nuevo pacto, esta nueva alianza de la que habla Jeremías? Jesús muriendo en cruz instaura una nueva y eterna alianza, que nada ya no podrá romper, una alianza de amor que quiere una respuesta de amor...

Al amor sólo podemos responder con amor. La respuesta a Jesús colgado en la cruz sólo puede ser una respuesta de amor: no una respuesta de cumplir un precepto dominical y ya está, no una respuesta de una plegaria donde no ponemos el corazón... Jesús quiere de nosotros una respuesta de amor, de amor verdadero y de amor personal, amamos a una persona: Jesucristo.

Guardini, gran teólogo del siglo XX, define el cristiano como “aquel que está enamorado de Jesucristo”. Antes de enamorarnos será preciso admirarlo. Admiramos a familiares, amigos, compañeros de trabajo por diversos motivos... ¿admiramos a Jesucristo? Para admirarlo antes será preciso contemplarlo, contemplarlo en el evangelio, y en estos días que se acercan contemplarlo camino de la cruz, en su pasión, muerte y resurrección. Contemplamos, admiramos, nos enamoramos y entonces lo seguimos...

Pasemos al evangelio, hoy todo es una clara referencia a la pasión del Señor. Referencia hecha por el mismo Jesús que nos dice:

. “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre”.
. “Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora.”
. “Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré todos hacia mí”.

Todo apunta hacia la pasión pero especialmente la frase: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto”.

Con esta bellísima imagen simbólica de la semilla que ha de morir para dar fruto Jesús nos habla de él, de su pasión. Él se siente grano de trigo, él ha de morir para dar fruto, él ha de morir para que nosotros tengamos vida. Él es el grano de trigo que ha de caer en tierra y morir para que a nosotros nos llegue el fruto.

Esta frase nos ha de tocar el corazón y nos ha de llevar a pedirle a Jesús, como que estamos enamorados de él: “Yo también quiero morir contigo, yo también quiero dar fruto”. Si no morimos no damos fruto, por tanto hemos de desear morir. Morir es una tarea que tenemos encomendada.

¿Morir a qué? Sobretodo al yo, yo, yo, yo. Morir al yo no sea que acabemos siendo pequeños dioses que hacemos lo que nos da la gana.

¿Qué es morir? Morir es pobreza, morir es austeridad, morir es olvido de uno mismo, morir es cansarse, fatigarse por los demás, morir es odiar el pecado, morir es mortificar deseos, pensamientos, actitudes, tendencias, que no son evangélicas, etc.

Pidamos a Jesús: “Enséñame a morir, yo también quiero morir contigo, yo también quiero dar fruto.”

¿Queremos seguir a Jesús? Contemplémoslo, admirémoslo, enamorémonos, y muramos con Él. Y encontraremos la vida.

Que esta eucaristía nos ayude a poner el pie en el acelerador de las prácticas cuaresmales para poder entrar en este camino de contemplación, admiración y enamoramiento que nos da la vida verdadera...







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