CAMINEO.INFO.- “Las fuentes militares congoleñas y las de la ONU muchas veces dan información extremadamente positiva sobre los resultados de la operación militar Kimya 2 en Kivu contra las FDLR: cifras elevadas de milicianos hutu ruandeses eliminados, de refugiados hutu ruandeses repatriados, de localidades que nuevamente están bajo control del gobierno y de refugiados que regresan a sus pueblos. La versión oficial habla de sucesos militares, de restauración de la Autoridad del Estado y de una nueva paz. Pero la realidad es muy distinta y la situación está cada vez más confusa y ambigua” afirma la “Red Paz para el Congo”, en un informe enviado a la Agencia Fides sobre la situación en Kivu del Norte y del Sur, las dos provincias al este de la República Democrática del Congo que desde hace meses están al centro se una operación militar que busca derrotar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo supuestamente compuesto por ex miembros de las milicias hutu ruandesas responsables del genocidio de 1994 que desde entonces se han refugiado en territorio congoleño.
“Las operaciones militares de las FARDC (el ejército congoleño) contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), ampliamente publicitada por los medios, es utilizada por las autoridades militares y políticas, locales y nacionales, para no hablar del drama de los dos Kivu” afirma el informe de la Red, que es promovida por misioneros que trabajan en el Congo.
“En realidad, los atractivos de los recursos minerales de estas dos provincias continua a alimentar el apetito de las multinacionales y suscita la creación de nuevos grupos armados. Estos nuevos grupos armados llevan la etiqueta tanto del CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo) como de los grupos Mai-Mai” afirma el documento. Los Mai-Mai son milicias locales, que por lo general se alían con las fuerzas armadas congoleñas, mientras que el CNDP es el grupo guiado por Laurent Nkunda (bajo arresto en Ruanda) que oficialmente lucha por proteger a la minoría tutsi de Kivu del Norte. Pero, como recuerda el informe de “Paz para el Congo”, “en su último informe, International Crisis Group afirma que el 85% de las tropas del CNDP está compuesto por Hutu y que el comando está en manos de los Tutsi”, Por lo tanto “la guerra étnica” es sólo un pretexto para explotar impunemente las riquezas minerales de la zona. Los misioneros afirman que “estos continuos cambios (de sigla) esconden una sola cosa: la búsqueda por parte de las bandas armadas de una autonomía de acción propia para poder explotar a su favor los recursos minerales de la provincia. Esta mafia es promovida por la omnipresencia de comerciantes, multinacionales y traficantes de armas. Y es apoyada también por las autoridades del Estado en estos territorios”.
“Sin el control de los sitios de mineral por parte del gobierno de la República, la paz continuará a ser una mera hipótesis para Kivu del Norte y Kivu del Sur” concluye el informe.
