La otra crisis: Una España sin patrón

Uno aún recuerda con cariño esos 25 de julio, cuando era fiesta grande en toda España y en su familia se celebraba el cumpleaños del tío Pepe. Pero ahora las tornas han cambiado y son otros los que acogen con amarga alegría fecha tan señalada.

Así es, pues los progresistas que nos gobiernan aquí en Valencia están exultantes al conseguir que la fiesta del apóstol Santiago, Patrón de España, pase inadvertida para las nuevas generaciones. Y es que la mayoría de jóvenes valencianos, el futuro de nuestra comunidad, desconocen quién fue Santiago, qué es un patrón, qué es un apóstol y qué importancia tiene la unidad de España para su futuro próximo.

Eso sí, al igual que ocurre en la Comunidad de Madrid gracias al gobierno de la señora Cifuentes, nuestros jóvenes son sabedores de que pueden cambiar de género cuando les plazca y de que existen, y aún existirán más en el futuro, multitud de géneros y de tipos de unión matrimonial, que no patrimonial.

Llegó el momento de las familias y de tomarse en serio la educación de sus hijos. Los padres deben saber que su prole no goza de ciencia infusa y que en la escuela va a sufrir una deformación difícil de subsanar si ellos no se ponen las pilas y empiezan a exigir el cumplimiento del artículo 27 de la Constitución. Y como nadie da lo que no tiene, los padres también tendrán que formarse para ayudar a sus hijos a vivir y a fomentar esas tradiciones que no podemos perder.