Segovia/ESPAÑA.- La Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León (FPH) va a cumplir su palabra, pese a los vientos y mareas que amenazan su futuro. Aunque la institución está al borde del colapso e incluso tenga prácticamente puesta la fecha de caducidad a su actividad, acabará lo empezado. El compromiso adquirido a finales de junio por el patronato –en el que están integradas Caja Segovia, Caja de Ávila, Caja de Burgos, Cajacírculo, Caja España-Duero y la propia Junta de Castilla y León– es ejecutar una serie de proyectos entre este año y el próximo ejercicio 2015 que ya estaban avanzados. Uno de ellos es el de la Santísima Trinidad. Por fin, parece que la iglesia segoviana podrá resplandecer y presumir con renovado orgullo de la declaración de Bien Interés Cultural de la que goza.
Tardará más de lo deseado, pero esa necesaria rehabilitación será una realidad. De hecho, uno de los puntos del orden del día de la Junta de Gobierno Local que celebra cada jueves el Ayuntamiento de la ciudad es la petición de la Fundación del Patrimonio Histórico de una prórroga para el inicio de la rehabilitación. Será un ligero retraso porque la intención de la institución es que los trabajos den comienzo después del verano, tal y como han confirmado sus representantes.
La obra está licitada
Con el inicio más o menos claro en el calendario inmediato, ahora ya solo queda dar debido cumplimiento de la hoja de ruta marcada, tanto antes como después de que la entidad abriera hace apenas un mes y medio una nueva etapa de dos años con el punto de mira puesto en la captación de nuevas vías de financiación que permitan eludir una liquidación a la que se ve prácticamente abocada por la falta de dinero.
La mayoría de los integrantes del patronato apenas tienen posibilidad de hacer aportaciones, y menos en las cantidades que han permitido sobrevivir estos años a la institución gracias a las obras sociales de las cajas de ahorros, hoy extintas, como bien saben y lamentan en la Fundación Caja Segovia que tomó el relevo en esta misión cultural.
El proyecto de restaurar la Santísima Trinidad es uno de los elegidos para dar continuidad, al menos durante dos años, a la labor de conservación del patrimonio histórico que viene desarrollando la fundación en la comunidad. La entidad anunció a principios a finales del año pasado la licitación de la restauración del templo con un presupuesto de 609.684 euros y un plazo de ejecución de diez meses. Salen las cuentas y los tiempos. Así, la institución asume y se da un margen suficiente para que el trabajo esté finiquitado antes de que su futuro se vea aún más complicado.
Ante la precariedad del estado en el que se encuentra el inmueble, la actuación prevista afecta al conjunto de la iglesia y los elementos ornamentales del interior, impostas, capiteles y restos de pintura mural. En la memoria del anteproyecto que se redactó se detallaban los males que aquejan al templo románico. En ella se llamaba la atención sobre los desplomes de las fábricas, la separación entre las bóvedas y los paramentos y grietas en varios tramos de la nave, en los muros de la torre, el huso de la escalera, el ábside, el presbiterio y la fachada occidental del atrio, así como un deterioro de los materiales tanto en la torre como en la nave, en el atrio y en las capillas laterales.
Desprendimientos continuos
El documento proponía atajar esos problemas estructurales con una serie de trabajos que consistirán en actuaciones de limpieza, el tratamiento generalizado de la piedra caliza (que en muchas partes está muy erosionada), la renovación de los rejuntados en mal estado, la restauración de cornisas, impostas y otros elementos, el repaso completo de las cubiertas y otras actuaciones en el interior, en las bóvedas, el zócalo del ábside y las fábricas.
Las grietas en algunas paredes del interior de la Trinidad son visibles. Esa erosión ha sido la causante de que en varias ocasiones haya habido que lamentar desprendimientos. Unos mayores y otros más leves, pero todos denotan ese mal estado del edificio y son reveladores del deterioro de la piedra caliza de fábrica y del templo en general. Por ejemplo, cabe recordar la caída de un falso techo del coro sobre la parte trasera de la nave. El lado norte de la iglesia es el más aquejado por el desgaste.
Según los primeros estudios, allí hay una falla en el terreno que afecta a los cimientos y, además, el elevado peso de la torre, que fue construida como elemento defensivo y tiene muchas toneladas de piedra, provoca que los muros se abran y que se haya producido un movimiento en los contrafuertes.
La espera para poner coto a todos esos males se alarga ya once años aproximadamente. El convenio que firmó la fundación con la parroquia fue «una luz al final del túnel», como lo definió el vicario general y encargado de la feligresía, Andrés de la Calle. Los pasos dados hasta ahora, como esa licitación o la planimetría que se llevó a cabo en marzo de 2102 para estudiar al detalle el estado del templo no podían quedar en agua de borrajas. De ahí que la Fundación de Patrimonio Histórico decidiera seleccionar la restauración de la Trinidad entre los proyectos que se ejecutarán entre este año y 2015.
A la parroquia pertenecen 2.500 vecinos de la zona y de la aneja iglesia de San Esteban. La mitad de la obra corre a coste de la parroquia. En este tiempo, además tirar de los ahorros, se ha tratado de captar los fondos restantes mediante donativos y acuerdos con entidades privadas y seglares.
http://www.elnortedecastilla.es/segovia/201408/07/obra-restauracion-iglesia-trinidad-20140807114817.html
