Zamora/ESPAÑA.- Se ha inaugurado en la iglesia de la Encarnación la exposición “Ramón Álvarez 1825/1889”, una muestra conmemorativa del imaginero zamorano en el CXXV aniversario de su muerte, organizada por la Junta Pro Semana Santa de Zamora, el Obispado y la Diputación.
Permanecerá abierta hasta el 22 de mayo, con el horario de 19 a 21 horas de lunes a sábado, y de 12 a 14 horas los domingos y festivos.
Antes del acto inaugural, el comisario de la exposición, José Ángel Rivera de las Heras, delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura, la ha explicado con detalle a los profesionales de los medios de comunicación. Reproducimos a continuación el texto que ha escrito para el díptico de la exposición y, después, el listado de obras.
Resumen del autor y su obra
Ramón Álvarez Prieto (Coreses, 1825 - Zamora, 1889) es una figura esencial en el arte zamorano de la segunda mitad del siglo XIX. Su perfil biográfico y profesional constituye un ejemplo de superación y de autodidactismo. De él destaca su carácter polifacético, pues fue hojalatero, pintor, restaurador, coleccionista de obras de arte y antigüedades, catedrático de dibujo e imaginero. No militó en un movimiento artístico determinado, pero su estilo ecléctico conectó perfectamente con los sectores más populares, de modo que alcanzó una gran popularidad y un estimado reconocimiento por parte de la sociedad local de su tiempo.
La temática de su obra es casi exclusivamente religiosa. Durante los cerca de cuarenta años que se mantuvo activo realizó numerosas imágenes devocionales de Cristo (niños Jesús y crucificados), la Virgen (en sus diversas advocaciones, incluidas las surgidas en su época, como las del Amor Hermoso y de la Saleta) y los santos (San José con el Niño, San Antón, y otros), en diversos formatos y con diferencias cualitativas notables. Muchas de ellas son para vestir, y algunas de carácter casi seriado. Su obra conocida está distribuida actualmente por la geografía zamorana y las provincias de Salamanca y Valladolid.
En su producción destacan, sobre todo, las imágenes y los grupos procesionales que realizó para la Semana Santa de Zamora, elevando esta manifestación popular a una categoría estética de la que carecía. Con ellos logró renovar parcialmente el repertorio de escenas que conforman la secuencia de la pasión, ofreciendo una cierta homogeneidad a los pasos más importantes. Y a través de ellos logró suscitar la emoción y la piedad de cofrades y de público; hecho que ha trascendido el tiempo, pues todavía hoy siguen sintonizando con el sentir de muchas personas.
Para la composición de sus obras utilizó estampas religiosas, obras escultóricas y pictóricas anteriores, y otras conocidas de Gregorio Fernández, Pedro de Mena y Luis Salvador Carmona.
Su lenguaje es histriónico, con tintes dramáticos, y artificioso en gestos y ademanes, lo que lo hace muy emotivo.
En cuanto a la técnica, destaca su destreza en el empleo de la tela encolada, material que permitía aligerar el peso de las figuras, les otorgaba una mayor apariencia de verosimilitud, y abarataba los costes.
Son estilemas suyos las carnaciones a pulimento, el colorido fuerte y plano en las indumentarias, el cabello formado por mechones ondulados y los rizos superpuestos, el semblante risueño, las mejillas sonrosadas, y la textura granulada realizada con toques de pincel empastado en acabados como los paños de pureza y las barbas incipientes.
En el taller que mantuvo abierto en la Puerta de la Feria de la capital zamorana recibieron su formación inicial algunos jóvenes que más tarde seguirían trabajando en el campo de la escultura: Eduardo Barrón, Aurelio de la Iglesia, Miguel Torija y Ramón Núñez.
Obras expuestas
1. Niño Jesús Salvador (hacia 1870)
Iglesia de San Juan Bautista. Gallegos del Pan
2. Niño Jesús Salvador (hacia 1854)
Iglesia de la Asunción. Pontejos
3. Niño Jesús de Pasión (hacia 1870)
Iglesia de la Asunción. Torres del Carrizal
4. Niño Jesús Triunfante
Monasterio de Santa Clara. Zamora
5. Niño Jesús Triunfante
Monasterio de Santa María la Real de las Dueñas. Zamora
6. Niño Jesús
Iglesia del Salvador. Cerecinos del Carrizal
7. Niño Jesús
Iglesia de San Juan Bautista. Zamora
8. Niño Jesús
Iglesia de San Vicente. Zamora
9. Virgen María Niña
Residencia Nuestra Señora del Tránsito. Zamora
10. Crucifijo
Monasterio de Santa María la Real de las Dueñas. Zamora
11. Crucifijo
Iglesia de San Vicente. Zamora
12. Crucifijo
Colección particular. Zamora
13. Inmaculada Concepción
Iglesia de la Asunción. Manganeses de la Lampreana
14. Inmaculada Concepción
Iglesia de la Asunción. Tábara
15. Inmaculada Concepción (1883)
Iglesia de San Julián. Toro
16. Virgen del Carmen (1877)
Iglesia de San Pedro. Fuentes de Ropel
17. Virgen del Amor Hermoso (década de 1860)
Iglesia de San Pedro. Matilla la Seca
18. Virgen del Amor Hermoso (hacia 1883)
Iglesia de San Vicente. Muga de Sayago
19. Virgen de San Vicente (1887)
Iglesia de San Martín. Abelón
20. Virgen del Rosario (1873)
Iglesia de la Asunción. Valdefinjas
21. Virgen Peregrina (1884)
Iglesia de San Antolín. Zamora
22. Virgen de la Saleta (1870)
Obispado. Zamora
23. San José y el Niño Jesús (1885)
Iglesia de San Juan Bautista. Casaseca de las Chanas
24. San José y el Niño Jesús
Iglesia de la Asunción. Cubillos
25. San Antón
Iglesia de Santo Tomás. Benegiles
26. San Antón (1886)
Ermita de la Virgen del Templo. Pajares de la Lampreana
27. San Antonio de Padua (1888)
Ermita de la Virgen del Templo. Pajares de la Lampreana
28. San Vicente Ferrer
Monasterio de Santa María la Real de las Dueñas. Zamora
29. Jesús de la Oración del Huerto (hacia 1884)
Iglesia de San Pedro. Alaejos (Valladolid)
30. Jesús del Expolio (hacia 1868)
Real Cofradía del Santo Entierro. Benavente
31. Jesús Nazareno (1875)
Iglesia de la Asunción. Villaralbo
32. Piedad (1860)
Iglesia de la Asunción. Manganeses de la Lampreana
33. Jesús Yacente (1884)
Iglesia de San Pedro. Alaejos (Valladolid)