CAMINEO.INFO.- Queridísimo y estimado Padre Rino:
Bienvenido en el nombre de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo
Aprovecho la oportunidad de la Pascua para felicitarle como lo hacemos en nuestra Iglesia Oriental: ¡Cristo ha Resucitado! ¡Verdaderamente ha Resucitado!
Es un placer para mi expresar mi aprecio y sincero respeto por el maravilloso ministerio que la «Domus Galilaeae» ha asumido: el de proclamar la Buena Nueva en algunas parroquias de nuestra vasta diócesis. Quizás es útil recordar que la diócesis Melquita católica de Akko, Haifa, Nazaret y toda la Galilea, prácticamente la diócesis de Israel, es la mayor comunidad católica en Tierra Santa. Esta comunidad está formada por 110.000 católicos, de los cuales 76.000 son cristianos católicos melquitas.
Nosotros no tenemos, por motivos históricos, el control de ningún santuario o santo lugar, excepto la Sinagoga de Nazaret. Nuestro campo de acción y ministerio es el de proteger y desarrollar la Iglesia viva, las piedras vivas.
Nuestros cristianos están expuestos todavía al proselitismo por parte de diferentes «sectas cristianas», así llamadas. He rezado y buscado a alguien o alguna comunidad que predique la «Buena Nueva» a mis parroquianos. Les he encontrado a ustedes, dispuestos y felices para ayudarnos.
Se conoce al árbol por sus frutos, y después de algunos meses de trabajo diligente en las diferentes parroquias de la diócesis católica Melquita, su grupo ha dado algunos frutos excelentes. Por esto estoy muy agradecido y rezo por todos aquellos que han ayudado a reconducir a la Iglesia a tantas almas perdidas.
Me gustaría considerar también la unión de una rama del «Camino Neocatecumenal» a nuestra Iglesia y que adoptase el rito Melquita Católico. Ustedes siguen con su manera de actuar el mismo camino y los mismos métodos que mis antecesores, los Apóstoles, usaban al principio del Cristianismo hace dos mil años. Proclaman la Palabra de Dios sin miedo, con convicción y determinación.
Han respetado ustedes las exigencias de nuestra Iglesia local, las tradiciones y nuestra espiritualidad. Hemos aprendido mucho de ustedes y estamos seguros de que su grupo está abierto a aprender algunas cosas de nuestra gente y de la tradición de nuestra Iglesia.
Le pido que haga llegar a su comunidad de la «Domus Galilaeae» nuestra gratitud y profunda estima, unida a nuestras oraciones.
¡Cristo ha Resucitado! ¡Verdaderamente ha Resucitado!
+ Abuna Elias Chacour
Arzobispo de Galilea