CAMINEO.INFO.- “La responsabilidad específica y primaria de la Organización de las Naciones Unidas con respecto a la religión es la de debatir, aclarar y ayudar a los Estados a asegurar el pleno respeto y la promoción no sólo de la fundamental libertad de conciencia, sino también, a todos los niveles, del derecho al ejercicio de la libertad religiosa sin restricciones", afirmó el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York, monseñor Celestino Migliore.
Fue durante la 64ª sesión de la Asamblea General de la ONU sobre el tema “Cultura de paz”, en cuya oportunidad el Prelado vaticano recordó que esa responsabilidad está incluida en los mismos documentos del organismo internacional, y lamentó que a lo largo de la historia, la religión haya sido manipulada por algunos líderes de movimientos ideológicos, que usaron las diferencias entre las creencias para apoyar su propia causa.
Sin embargo, recordó que el único objetivo de las religiones es ponerse al servicio de la dimensión espiritual y trascendente de la persona, logrando su desarrollo integral, protegiendo la vida y a los más débiles, promoviendo que los ideales se traduzcan en acciones, la erradicación de las desigualdades y la búsqueda de la reconciliación como medio para solucionar los conflictos e injusticias.
En ese sentido, destacó el diálogo interreligioso que desde hace cuarenta años sigue la Iglesia, y que permite que muchas denominaciones cristianas y otras religiones trabajen en el diálogo, sostenidas por la Santa Sede con numerosas iniciativas.
“Hace un siglo y medio, al comienzo de la revolución industrial, a la religión se la describía como el ‘opio de los pueblos’ –observó--; hoy, en el contexto de la globalización, es cada vez más considerada la ‘vitamina de los pobres’”.
El “aporte único” de las religiones y el diálogo y la cooperación entre ellas subyacen “en su misma razón de ser”, que es servir a la dimensión espiritual y trascendente de la naturaleza humana, explicó.
Del mismo modo, las religiones tienden a “elevar al espíritu humano, defender la vida, reforzar al débil, traducir los ideales en acciones, purificar las instituciones, contribuir a resolver desigualdades económicas y no económicas, inspirar a los líderes e ir más allá de la normal llamada al deber, permitir a las poblaciones alcanzar una realización más plena de su potencial natural y superar situaciones de conflicto, a través de la reconciliación, los procesos de construcción de paz y la curación de la memoria herida por la injusticia”.
Monseñor Migliore señaló que la religión y su aporte para la paz y el desarrollo se ha convertido en un tema urgente e inevitable para la opinión pública mundial.
Por ello, invocó a la ONU a lograr comprometer a "los Estados como a todos los sectores de la sociedad humana, a reconocer, respetar y promover la dignidad y los derechos de toda persona y de toda comunidad en el mundo".+
