¿EXISTEN OTROS CAMINOS?

¡Hay tanta potencialidad en el ser humano! Que importante es darse cuenta de lo que cada uno es capaz de llegar a ser, de las posibilidades de cambio que tiene...

Voy a tratar sobre determinados aspectos de la conducta humana actual en la sociedad del bienestar, veamos algunos ejemplos.

Hay una corriente muy fuerte que impulsa al aborregamiento y al mal gusto, a un comportamiento uniformado que se precia de ser "audaz y original". Véase el caso de la decadente moda actual en la que se exhiben "michelines", ombligos, tatuajes, etc.

Recuerdo que una persona, hace años, me dijo que ella no llevaba pendientes porque lo consideraba un signo de primitivismo.

Para ella, agujerearse las orejas era imitar a tribus salvajes de lugares recónditos. ¿Qué pensará ahora cuando los agujeros se prodigan por distintos lugares del cuerpo humano?

Algo muy distinto a lo anterior: la competitividad actual. Es comprensible que exista un deseo de mejorar en el ámbito laboral pero no a costa de perjudicar notoriamente a otros, de ser un "trepa", de utilizar el engaño y la doblez, de atacar a los demás cuando vuelven la espalda. Por otro lado, tener como la meta más importante en la vida ganar dinero para poseer muchas cosas no parece que sea un buen ideal humano.

El vacío existencial llena las consultas de psiquiatras y psicólogos.

Cuantos que se ríen a carcajadas y se muestran muy sociables no resisten estar a solas con ellos mismos porque quizá encontrarían algo que no quieren ver. Y, sin embargo, sería la ocasión de reflexionar y ver lo que sobra y lo que falta en la propia vida. La dificultad suele estar en que falta voluntad para sobreponerse y cambiar, prefieren continuar por la misma ruta insatisfactoria.

Los medios de comunicación basan gran parte de sus noticias en aspectos negativos y escandalosos. Sólo de vez en cuando se proponen ejemplos positivos. Hace años, Televisión Española emitió un reportaje sobre una mujer de Burundi cuya meta era salvar vidas de niños huérfanos, de niños con sida y de niños discapacitados en general. Vimos una mujer con un potencial humano y espiritual impresionante. ¿No podrían destacarse, frecuentemente, en televisión, radio y prensa tantísimos buenos ejemplos humanos como existen en todos los países? ¿Por qué ese empeño en ofrecer lo peor del ser humano?

Y, después, nos quejamos de la violencia en el medio escolar y entre la gente joven, de las drogas y del alcohol que consumen.

¡Valiente hipocresía del mundo adulto! Y no me voy a referir a la

televisión-basura que presentan casi todas las cadenas, difícilmente se puede llegar ya a una degradación mayor.

Alexis Carrell, premio Nobel de Medicina, ya dijo en su tiempo:

"La civilización occidental es como un hombre minado por una enfermedad. Poco importa saber cual es el órgano que primero falla. Tanto da que sea el corazón como el riñón, el cerebro o el hígado pues siempre sobreviene la muerte. El inmenso desorden actual es debido tanto a una crisis de la inteligencia como a una crisis de la moral."

Hay personas que se rebelan contra este estado de cosas y son capaces de pensar por sí mismas. A base de buscar con empeño constatan que la vida contiene mucho más de lo que sus ojos ven a primera vista y se convencen de que las relaciones humanas pueden llenarse de luz y de amor, que se puede vivir de otra manera.

Verdaderamente, la vida puede llegar a mostrarnos su parte más bella si sabemos descubrir la importancia de los pequeños detalles en nuestro trato con los demás, si somos capaces de superar nuestro egoísmo, si somos capaces de elegir, si tenemos la suficiente personalidad para abandonar lo negativo y potenciar lo que eleva y engrandece a la persona, si estamos dispuestos a buscar la Verdad.