CAMINEO.INFO.- La asociación FAMPAZ, Familias del mundo unidas para la Paz, lamentó que la ministra de la Suprema Corte de Justicia, doctora Carmen Argibay, “incite públicamente al homicidio de una persona débil e inocente antes de su nacimiento, como única opción a la mujer embarazada en conflicto”.
En un comunicado, la entidad criticó así los dichos de la magistrada, quien en declaraciones periodísticas se manifestó a favor de la despenalización del aborto en el país, y también invitó a “quienes se sienten comprometidos con la vida”, a la próxima Marcha de los Escarpines, por realizarse el próximo miércoles 30 de setiembre en Rivadavia y Callao, frente al Congreso, para “ser voz de quienes no tienen voz”.
“Creemos que desde el rango que ocupa y que le da posibilidades para bregar por el bien común de la sociedad, tendría que preocuparse por la mujer desde una óptica más abarcativa y humana. Promoviendo reglamentaciones para contener a la mujer embarazada en situación limite, amparándola para que lleve felizmente su embarazo a termino, por el bien de la salud física y síquica de la mujer, y sobre todo por la vida de los inocentes a quienes se los condena simplemente por querer nacer”, reclamó.
FAMPAZ denunció, además, que una “propaganda bien estructurada procura la despenalización del aborto en la Argentina, no para ayudar a las mujeres pobres, sino para favorecer el negocio de los aborteros y las clínicas que buscan ser reconocidas por las prepagas”.
Tras rechazar que “se pueda disminuir ni medir las muertes maternas con el aborto permitido o prohibido”, recordó que “el aborto además de ser un asesinato cometido contra el ser más débil e indefenso, es un acto ‘quirúrgico’, una operación”.
“La misma en clínica de lujo o sin ella, pone en peligro la vida de la madre, y lo más grave siempre quita la vida a una persona humana en crecimiento, con ADN propio, impresiones digitales, único e irrepetible que ya existe, y cuya vida esta protegida en nuestra Constitución”, subrayó.
Por último, FAMPAZ insistió en marcar que “cada aborto es un ser inocente que interpela desde su dolor silencioso a nuestra sociedad, clamado ‘qué hicieron con su hermano’”.